Ver películas de terror puede generar miedo en las personas; es decir, provocar esa sensación de angustia común ante la presencia de un peligro real o imaginario.
Esa sensación o emoción que comienza con un estímulo estresante termina con la liberación de sustancias químicas que causan que el corazón y la respiración se aceleren o que el cuerpo se tense, refiere la web Psicología y Mente.
Esto, contrario a lo que se cree, resulta beneficioso para el ser humano, pues el cerebro comienza a funcionar a todo ritmo , con interconexiones entre diferentes regiones para anticipar las amenazas y prepararse para responder en consecuencia.
¿Es beneficioso el miedo que se produce al ver películas de terror?
La Inteligencia Artificial señala que el miedo al ver películas de terror puede ser beneficioso en algunos aspectos, como ejercitar el cerebro, quemar calorías, fortalecer el sistema inmunológico, ayudar a lidiar con el estrés y aumentar las habilidades para enfrentarse a situaciones extremas.
Vale acotar que, también puede tener efectos negativos, como insomnio o ansiedad.
Sin embargo, un estudio publicado en la National of Medicine y citado por Livestrog señala que las personas que disfrutan de las películas de terror tienden a ser más resilientes emocionalmente, por lo que el hallazgo abre la posibilidad de que el género de terror se convierta en una herramienta para desarrollar habilidades que ayuden a manejar el miedo y la incertidumbre en la vida real.
¡Acción!
En tal sentido, expertos comparten que ver este tipo de películas más allá de proporcionarte un rato de entretenimiento también puede beneficiar de la siguiente manera:
1. Ver películas de terror en un entorno seguro permite a las personas experimentar miedo y ansiedad de manera controlada. Esto puede fortalecer la capacidad de manejar emociones intensas en situaciones reales, ayudando a desarrollar habilidades para enfrentar el estrés y la incertidumbre. A esto se le llama resiliencia emocional.
2. El género de terror activa regiones del cerebro relacionadas con el procesamiento visual, auditivo y emocional. Mantiene al espectador alerta, fomenta el pensamiento crítico y mejora la capacidad de atención y concentración; es decir, genera estímulos cognitivos de gran valor para el desarrollo de la persona.
3. Para quienes tienen fobias o miedos específicos, las películas de terror pueden actuar como una forma de desensibilización gradual. Al enfrentarse a estímulos aterradores en la ficción, las personas pueden reducir su sensibilidad a esos mismos estímulos en la vida real, por lo que se convierten en una especie de terapia de exposición.
4. El miedo generado por las películas de terror puede liberar tensiones acumuladas, proporcionando una sensación de alivio y bienestar al terminar la experiencia. Este proceso ayuda a liberar estrés y mejorar el estado de ánimo. En otras palabras, tienen efecto catártico.
5. El miedo que se experimenta a ver películas de terror ayuda a practicar la regulación emocional de manera segura. Esto puede servir para aprender a regular las emociones y desarrollar una mayor tolerancia al miedo y la incertidumbre.
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