El girasol es una planta herbácea anual originaria de Norteamérica y Centroamérica, cultivada desde hace miles de años tanto con fines ornamentales como alimenticios y oleaginosos. Su nombre científico proviene del griego, “helios” (sol) y “anthos” (flor), debido a su característica flor grande y amarilla, que en su mayoría produce semillas comestibles o aceite con alto contenido en grasas saludables.
Las semillas de girasol, también conocidas como "pipas", son los frutos de esta planta. Generalmente se consumen crudas o tostadas, con o sin cáscara, y son altamente valoradas por su densidad de nutrientes.
Propiedades curativas de las semillas de girasol
Estas semillas poseen un perfil nutricional elevado, rico en grasas saludables, proteínas, fibra, vitaminas (especialmente vitamina E y del complejo B) y minerales como magnesio, selenio, fósforo, hierro y zinc. Estos componentes les confieren importantes beneficios medicinales. ¡Conócelos!
Antioxidantes y protección celular
La vitamina E y el selenio actúan como antioxidantes, neutralizando los radicales libres, reduciendo el daño oxidativo celular y ayudando a prevenir enfermedades crónicas.
Salud cardiovascular
Sus grasas insaturadas (como omega‑6) y fitoesteroles ayudan a disminuir el colesterol LDL (“malo”) y elevan el HDL (“bueno”), favoreciendo la salud del corazón. Además, su potasio y magnesio ayudan a regular la presión arterial.
Antiinflamatorias
Contienen fitoesteroles, flavonoides y selenio, que reducen procesos inflamatorios, lo cual podría ser útil en enfermedades como la artritis.
Salud ósea y muscular
Minerales como magnesio, fósforo, calcio y zinc son esenciales para el desarrollo y mantenimiento de huesos y músculos, ayudando a prevenir osteoporosis.
Sistema inmune
El selenio y el zinc fortalecen el sistema inmunitario, mejoran la respuesta ante infecciones y promueven la producción de enzimas antioxidantes.
Digestión y control de peso
Su alto contenido en fibra mejora el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y aporta sensación de saciedad, ayudando al control del apetito y al metabolismo saludable.
Bienestar emocional
El triptófano presente en las semillas es precursor de la serotonina, neurotransmisor responsable del estado de ánimo, por lo que su consumo puede mejorar el humor y reducir la ansiedad o depresión.
Cuidado de la piel
La vitamina E protege la piel de daños por radicales libres, promoviendo una piel más nutrida y retardando el envejecimiento celular.
¿Cuánto consumir?
Se sugiere una dosis moderada diaria entre 20 y 30 gramos (aproximadamente dos cucharadas o un puñado), que aporta todos los nutrientes sin exceso calórico. Es recomendable optar por semillas sin sal ni procesados, para aprovechar plenamente sus propiedades, en snack, espolvoreadas sobre ensaladas, yogures, batidos, panes o formar parte de recetas de granola y barras energéticas.
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