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Carolina Herrera sube a la pasarela neoyorquina una colección otoñal centrada en unos diseños diurnos con toda la elegancia innata de la “maison” fundada en Manhattan en 1980.
Treinta años después de su primera pasarela en la Gran Manzana, la diseñadora venezolana sigue probando que nadie como ella sabe vestir a la “lady” internacional más allá de la alfombra roja.
En las carpas oficiales del Lincoln Center for the Performing Arts, Herrera presentó en el calendario de la Mercedes-Benz Fashion Week su propuesta otoño-invierno entre un público de lujo formado por “top editors” y “celebrities”, como las editoras estadounidenses de Vogue y Marie Claire o las actrices Anna Kendrick (“Up In The Air”), Emmy Rossum (“The Phantom of The Opera”) y Tina Fey (“Admission”).
Inspirada por el mundo de la arquitectura, Herrera apuesta por unos diseños con estampados geométricos alejándose de piezas sólidas, que, sin perder peso, quedan relegadas en un segundo plano.
Tonalidades empolvadas sirven de base para plasmar abstractos “prints” en rojos, turquesas y navys, sin olvidar colores más solemnes propios de las estaciones invernales, como el gris, el chocolate o el eterno negro.
Foto: AFP
Naranjas, fucsias y azules eléctricos tiñen parte de la colección, que, como ya se ha ido viendo en las primeras jornadas de la pasarela neoyorquina, podrían coronarse como los “hot colors” de la próxima temporada.
Sin duda alguna, el volumen en la más sofisticada de sus expresiones se apodera de la propuesta de la “Casa Herrera” en forma de hombros redondos, cuellos recios y prendas de mangas tres cuartos en grandes dimensiones.
Los vestidos fluyen al son de un juego de capas con divertidos volantes, aportando movimiento a una entallada silueta femenina ceñida por coloridos cinturones de terciopelo.
Como viene siendo tradición, la firma incluye diseños con sublimes faldas de cola entre las que destaca una pieza en tonos naranjas entremezclados con “prints” en el clásico binomio blanco y negro.
La piel se emplea para embellecer chaquetas y partes de otras prendas, como en el caso de un cuello cisne de embudo ancho, forrado en su interior con delicado pelo corto.
En la misma línea, la firma emplea exquisitas aplicaciones de cristal para vestir aquellas piezas dedicadas a las ocasiones más especiales, ya sea en los eventos más exclusivos del Upper East Side o las alfombras rojas de Hollywood y Europa.
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Carolina Herrera ha sido una de las primeras diseñadoras de origen latino en presentar su colección en la Semana de la Moda de Nueva York, que hasta el próximo 13 de febrero mostrará las mejores propuestas “sporstwear” del panorama internacional.
El dominicano Oscar de la Renta y el cubano-americano Narciso Rodríguez completan la parrilla de lujo del conjunto latinoamericano, presentando sus colecciones otoño-invierno a lo largo de la semana.
Entre el número creciente de diseñadores hispanos en el calendario de la presente edición, destacan las propuestas del venezolano Angel Sanchez o el mexicano Rolando Santana.
Este fin de semana, los españoles Del Pozo y Custo Barcelona cerraron la presentación de las colecciones “Made in Spain”, completadas en las primeras jornadas por Desigual y Pedro Del Hierro por Carmen March.
2014-02-11
Foto: AFP
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