EFE
El actor Mickey Rooney, quien fallecido el domingo en Los Ángeles a los 93 años, apenas dejó una herencia de 18.000 dólares a su familia, que tras el adiós del artista se disputa ahora sus restos para darle sepultura, según informó Los Angeles Times.
Rooney murió por causas naturales en la casa angelina que compartía con su hijo Mark y su nuera, quienes ahora se enfrentan en los tribunales con la esposa del actor, Jan Chamberlin, y su hijastro Christopher Aber, en un nuevo capítulo de desavenencias del entorno del que fuera una de las estrellas infantiles más relevantes de la historia de Hollywood.
Michael Agustine, designado en 2011 por la Corte Superior del condado de Los Ángeles como gestor del patrimonio de Rooney, buscó el martes el amparo de los jueces para evitar que Chamberlin y Aber cambiaran los planes de enterramiento.
Según Agustine, que cuenta con el apoyo de Mark Rooney, el actor había dicho que quería yacer en un cementerio de veteranos o en alguno de Hollywood junto con otros grandes nombres de la industria.
Chamberlin asegura que el artista deseaba que sus restos descansaran en un nicho junto a uno que ella tiene reservado en el camposanto de Westlake Village.
Mickey Rooney y Jan Chamberlin, la octava esposa del artista, vivían separados aunque no divorciados desde 2012, cuando finalizó un pleito que el propio intérprete comenzó en 2011 cuando denunció a su mujer y a su hijastro por malos tratos.
Rooney declaró entonces que se apropiaron de su dinero y le negaban hasta la comida y los medicamentos.
"Acordaron vivir separados de forma permanente. Sería una pena si ahora que está muerto se vuelven a juntar", comentó Agustine.
Chamberlin manifestó a The Hollywood Reporter que tenía previsto intentar reencontrarse con Rooney esta semana para arreglar su situación y que se enteró por la prensa de su fallecimiento.
La mujer recibía una manutención de 3.000 dólares mensuales de Rooney a cambio de vivir separados.
Agustine calificó a Christopher Aber y a su esposa de ladrones que no serían invitados al funeral, aunque sí dijo aceptar que vaya Chamberlin, con la que el actor tuvo 30 años de matrimonio.
"Ella se equivocó, pero en su defensa, es muy difícil cuando estás entre tu marido y tu hijo", dijo.
Christopher Aber, hijo de Chamberlin, asegura que está arruinado y trabaja en una tienda de alimentación.
Aber se declaró en bancarrota después de que el juicio por maltrato determinara que debía 2,8 millones de dólares a Rooney.
Mickey Rooney, que tuvo nueve hijos, indicó en su última declaración fiscal activos cuyo valor ascienden únicamente a 18.000 dólares.