Cuando Sarah Jessica Parker se metió en el papel de Carrie Bradshaw en "Sex and the City", desaparecieron de un plumazo sus casi 18 años de carrera anteriores. Y cuando ha pasado más de una década desde el fin de la serie, la actriz neoyorquina no consigue quitarse la etiqueta de joven glamurosa en busca de la vida perfecta. Ni siquiera ahora que llega a los 50.
Momentos claves:
— Sarah Jessica Parker debutó en Broadway con poco más de 11 años y a los 14 protagonizó "Annie", para después participar en varias series de televisión. A los 20 años era más famosa por su relación con Robert Downey Jr. que por su trabajo en el cine, que no acababa de despegar.
— En 1998 y poco después de encontrar la estabilidad sentimental con Matthew Broderick, le llegó el papel de Carrie Bradshaw, que le daría una inmensa popularidad.
— Seis temporadas de "Sex and the City" y dos películas sirvieron para exprimir al máximo la historia de las amigas neoyorquinas, tanto que a sus 50 años la actriz sigue siendo Carrie.
Nacida en Ohio el 25 de marzo de 1965 y con siete hermanos de los dos matrimonios de su madre, Sarah Jessica Parker tomó desde pequeña clases de canto y baile, que le permitieron participar en su primera obra de teatro profesional en Broadway con tan solo 11 años a las órdenes de Harold Pinter.
Y con 14 logró su primer papel protagonista en el teatro, en uno de los musicales más famosos de Broadway, "Annie", casi a la vez que debutaba en el cine con "Rich Kids" (1979), aunque su primer personaje destacado en la gran pantalla fue el de Rusty, una de las amigas de Kevin Beacon en "Footlose" (1984).
Su relación con Robert Downey Jr.
En aquel comienzo de su carrera era, sin embargo, más conocida por las series de televisión en las que participó, como "Square Pegs", "A year in the Life" o "Equal Justice", y, sobre todo, por su relación con una estrella emergente: Robert Downey Jr.
De 1984 a 1991 fueron la pareja ideal de Hollywood, dos jóvenes actores destinados a ser estrellas del cine que se habían conocido durante el rodaje de "Firstborn". Ambos tenían 19 años y decidieron irse a vivir juntos pocos meses después de su primer encuentro.
Pero la adicción a las drogas del actor acabó con la relación siete años más tarde.
"Simplemente era increíblemente difícil tratar con su drogadicción", afirmó la actriz poco después de la ruptura.
Downey, por su parte, reconoció que su estilo de vida salvaje había afectado enormemente su relación con la actriz. "Fui muy egoísta. Me gustaba beber y tenía un problema con las drogas", afirmó años después. "Ella me dio un hogar y comprensión. Intentó ayudarme. Yo estaba enamorado de Sarah Jessica, pero el amor no fue suficiente".
Más de veinte años después de esa separación, Downey dijo públicamente que quería recuperar su amistad con su exnovia y pidió públicamente permiso a su marido, Matthew Broderick, para acercarse a ella. De momento no hay imágenes que confirmen que ese reencuentro se produjo.
Estabilidad junto a Matthew Broderick
Tras su ruptura con Robert Downey, en su siguiente película, "Honeymoon in Vegas", Parker conoció a Nicolas Cage, con el que mantuvo una breve relación, a la que siguió un romance con uno de los solteros de oro de la época, John John Kennedy.
Años después, en una entrevista con The New York Times, la actriz habló, poco, de ese romance.
"Íbamos a lugares donde no había ni un alma y al día siguiente veía fotos nuestras en los tabloides", recordó antes de lamentar: "Es patético. Cuando muera, habrá alguien que diga, ¡Sí, Sarah salió una vez con John Kennedy!'".
Pero la estabilidad le llegaría con el actor Matthew Broderick, amigo de uno de sus hermanos y con el que acabaría casándose en 1997, en una ceremonia en una antigua sinagoga neoyorquina, en la que la actriz apareció con un original vestido negro.
"Es probablemente el hombre más divertido que he conocido en mi vida", ha repetido la actriz en numerosas ocasiones sobre su marido y padre de sus tres hijos: James Wilkie y las gemelas Marion Loretta Elwell y Tabitha Hodge, nacidas de un vientre de alquiler.
Un matrimonio que ya va por los 17 años, pese a los altibajos da la imagen de ser uno de los más sólidos del panorama artístico estadounidense.
"Éramos amigos antes de cualquier otra cosa y hablamos mucho" dijo recientemente Broderick sobre el éxito de su matrimonio. Y agregó: "Hay que seguir hablando, aunque sea un cliché. Demasiado silencio no es un buena idea", además de reconocer que su esposa es "realmente divertida" y le hace reír.
El glamur y el éxito del sexo y Nueva York
La relación con Broderick le dio la estabilidad necesaria para centrarse en una carrera que no terminaba de despegar.
Títulos como "Striking Distance" (1993), junto a Bruce Willis; "Ed Wood" (1994), a las órdenes de Tim Burton y con Johnny Depp y Martin Landau como compañeros de reparto; "Miami Rhapsody" (1995), al lado de Mia Farrow y Antonio Banderas; "The Substance of Fire" (1996), con Timothy Hutton, o "Extreme Measures" (1996), con Hugh Grant y Gene Hackman, fueron algunos de los títulos que encadenó en una época muy ocupada.
Pero sería su regreso a la televisión el que le daría el papel más destacado hasta ahora de su carrera y difícil de superar en lo que a repercusión mediática y popularidad se refiere.
Fue el de Carrie Bradshaw en la serie "Sex and the City", basada en las columnas que la escritora Candance Bushnell publicó en The New York Observer y que contaba la vida de una joven neoyorquina, sus amigas y sus relaciones sentimentales.
Producida por el canal de pago HBO, el primer episodio se emitió el 6 de junio de 1998 y desde el primer momento conquistó a un público fiel que siguió las andanzas deCarrie, sus amigas -Samantha, Charlotte y MIranda- y sus idas y venidas con su gran amor, Mr. Big./Con información de EFE
2015-03-25