Una persona egocéntrica cree que el mundo gira a su alrededor, que todo lo que sucede o las personas hacen es por ellos o para ellos así debería ser porque no existe en la tierra un ser más importante que ellos mismos, no les importa la opinión o intereses de los demás.
Un ególatra puede ser encantador y déspota a la vez, por lo general expresan una falsa confianza en si mismos como mecanismo de defensa, aparentan tener una alta autoestima pero especialistas indican que solo intentan disfrazar su realidad para ser respetados, reconocidos y admirados porque se sienten con capacidades superiores al resto de la sociedad, asimismo, tienden a rechazar todo lo que ponga en duda su reputación y prestigio de persona perfecta.
Dado a que les gusta ser admirados son buenos manipulando, de hecho, el chantaje emocional suele ser muy frecuente en estas personas y en cualquier comunicación que tengan siempre va a prevalecer el "yo" como ejemplo positivo. Cuando trates con un egocéntricos es importante pasar de sus críticas porque siempre querrán menospreciarte, busca hacerte respetar y si no lo consigues está bien que quieras alejarte.
Este síndrome de personalidad es tratable siempre que el paciente lo desee pero principalmente deberá aceptar que tiene un problema, de lo contrario si te interesa realmente ayudarle puedes invitarlo a relacionarse, realizar actividades altruistas, deportes y juegos en equipo.
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