Los hábitos domésticos son todas aquellas acciones que se repiten en el hogar de manera automática y frecuente con el objeto de mantener la higiene en casa. Entre estos hábitos más comunes se encuentran, barrer, fregar el suelo, limpiar el baño, tender la cama, sacar la basura, entre otros.
Aunque realizar todas estas tareas son realmente beneficiosas para la salud y bienestar, también es posible que algunos puedan ser perjudiciales, y las personas ni cuenta se dan.
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¿Qué son los hábitos domésticos?
Tal como indicamos, son las diferentes tareas que se llevan a cabo con el objeto de mantener la casa en perfectas condiciones, es decir, limpias, ordenadas y organizadas.
Estas actividades domésticas se hacen casi de manera automática porque beneficia la salud y bienestar de cada una de las personas que habitan en el lugar.
Cabe acotar que, estas conductas repetidas de forma regular y automática, en ocasiones pueden resultar dañinas porque sin percatarse, se hace algo malo.
Por ejemplo, dejar la toalla mojada sobre la cama, parece algo inofensivo, pero esto termina convirtiéndose en un foco de bacterias. Así como esta, existen otros hábitos.
Tareas caseras
Los siguientes hábitos domésticos que nos resultan una buena idea para mantener la higiene, deben hacerse de manera controlada y cuidando detalles para evitar poner en riesgo la salud:
- Limpiar de abajo a arriba. Muchos pueden pensar que lo importantes no es el orden, sino que quede limpio, pero la verdad es que el orden de los factores si altera el producto. En tal sentido, lo correcto es comenzar a limpiar de arriba abajo ya que el polvo y la suciedad cae al suelo, por lo que debería ser lo último que se limpia.
- Usar una misma esponja por mucho tiempo es dañino porque las esponjas albergan bacterias, por lo que se deben cambiar una vez a la semana para minimizar los riesgos.
- Utilizar los paños de cocina para todo. Es fundamental tener un paño para limpiar cada superficie, cocina, baño, muebles de la sala, etc. Esto es esencial para evitar propagar gérmenes que pueden ocasionar infecciones.
- Obviar al limpiar la casa las manijas de las puertas. Estas se utilizan constantemente a lo largo del día y los microbios pueden permanecer en ellas y pasar de una persona a otra.
Abandona estos hábitos
- El uso de excesivo de productos químicos, como el cloro. Aunque parezcan muy eficientes al realizar la limpieza, su uso en exceso puede resultar tóxico y afectar a todos en casa.
- Utilizar las tollas por mucho tiempo. No lavar las toallas con la frecuencia correcta o dejarlas mojadas en el suelo es dañino para la salud. Evidentemente su aseo es fundamental y lo correcto es que se laven luego de cada uso para evitar que se conviertan en un foco de gérmenes y bacterias.
- Dejar las cortinas de la ducha recogidas porque favorece la aparición de moho, por ejemplo.
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