El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que se produce por la pérdida de las neuronas, las cuales van disminuyendo su funcionalidad con el paso del tiempo y provoca la pérdida de memoria y habilidades de pensamiento y habilidades sociales.
Según estudios, es la causa más común de demencia en adultos mayores. De los casi 55 millones de personas con demencia en todo el mundo, se estima que entre el 60% y el 70% tiene Alzheimer refiere el sitio web Mayo Clinic.
Además, comparte que los signos temprano de la enfermedad incluyen el olvido de eventos o conversaciones recientes, y con el paso del tiempo avanza hasta presentarse un problema grave de memoria y la pérdida de la capacidad para llevar a cabo las tareas cotidianas.
Cabe acotar que, un diagnóstico temprano puede mejorar la calidad de vida de estos pacientes, por lo que investigadores siguen realizando estudios; tal es el caso de la investigación realizada por la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, que ha demostrado que la forma en la que se respira podría tener un impacto directo en el Alzheimer.
¿Cómo la respiración y el Alzheimer se relacionan?
Esta enfermedad según la Inteligencia Artificial puede causar trastornos respiratorios como apnea del sueño, disnea y arritmias, los cuales pueden empeorar a medida que la enfermedad avanza. ¿Por qué ocurre?
Se han descubierto ciertos patrones de actividad cerebral y oxigenación que pueden actuar como signos de esta enfermedad, por lo que investigadores analizaron cómo la oxigenación del cerebro podría estar relacionada con las enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Para ello compararon la oxigenación cerebral, frecuencia cardiaca, ondas cerebrales y esfuerzo respiratorio de estos pacientes con personas sin la enfermedad; y esto permitió captar los ritmos fisiológicos y sus tiempos imperfectos.
Concluyendo que los pacientes con Alzheimer tenían frecuencia respiratoria mayor que las personas sanas participantes en el estudio; y esto puede deberse a cambios en la forma en la que los vasos sanguíneos del cerebro se conectan con los tejidos nerviosos para proporcionar oxígeno.
Hablan los expertos
Los investigadores también detectaron que la frecuencia respiratoria en reposo es mayor en estos pacientes. “Se trata de un descubrimiento que puede abrir un mundo completamente nuevo en el estudio de Alzheimer”, indicó Aneta Stefanovska, biofísica de la Universidad de Lancaster.
También acota que es muy probable que refleje una inflamación, tal vez en el cerebro, que una vez detectada probablemente pueda tratarse, e incluso, que en el futuro se puedan prevenir estados graves de la enfermedad.
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