Si quieres perder peso para verte y sentirte mejor, por un tema de salud y bienestar, debes tener presente que no es necesario someterse a una dieta estricta de esas que prometen la pérdida de gran cantidad de kilos de forma instantánea ni a un proceso quirúrgico.
Existen opciones más saludables, fáciles de llevar a cabo y sostenibles para alcanzar el peso ideal. La clave está en adoptar hábitos de vida que te permitan lograrlo de forma gradual y sin sentirte limitado.
¿Es posible perder peso sin hacer dieta?
La respuesta es un sí rotundo. Es posible adelgazar sin someterse a regímenes alimenticios que cuentan caloría, prohíben alimentos, etc.
Normalmente, es suficiente con alimentarse mejor y aumentar la práctica de ejercicio. El ejercicio es de gran beneficio para la salud en general. Permite cuidar el cuerpo y la mente. Además de prevenir numerosas afecciones.
Según refiere Mayo Clinic la mejor forma de perder peso y no volver a subirlos es hacer cambios en el estilo de vida que persistan con el tiempo. Estos cambios incluyen una alimentación equilibrada y más actividad física todos los días.
¿Qué hacer?
1. Come conscientemente. Evita comer en sitios con mucho ruido y distracciones, además de dejar de lado la televisión, el teléfono móvil o la computadora. Masticar despacio permite que tu cuerpo reconozca la sensación de saciedad. Además, evitamos llenarnos de aire y tener alteraciones digestivas.
2. Reduce las horas entre las comidas. Solemos alargar los tiempos entre cada ingesta y al llegar el momento de comer, tenemos un apetito excesivo. Es recomendable añadir bocadillos saludables entre las comidas. Pueden ser frutas, yogur, frutos secos, chips de vegetales, entre otros.
3. Cuida las cantidades de comidas. Lo más importante es establecer un equilibrio apropiado. Las raciones de vegetales y proteínas pueden ser más elevadas, mientras que los carbohidratos y las grandes cantidades de aderezo deben ser reducidas. Come hasta quedar saciado sin necesidad de exceder tus límites.
4. Bebe suficiente agua. Esto ayuda a controlar el apetito y mejora el metabolismo. Sustituye el refresco, las bebidas refrescantes, los batidos de fruta o lácteos y los zumos empaquetados. Beber agua es vital para el cuerpo y tiene infinidad de beneficios para la piel, el cabello y el resto del organismo. Es sumamente importante, aun cuando no tengas sed. De hecho, puedes poner una alarma cada hora para tenerlo presente.
5. Realiza ejercicio regular. Incorpora actividad física en tu rutina diaria y encuentra actividades físicas que disfrutes, como caminar, bailar o nadar. Usa las escaleras, camina al trabajo si es posible y realiza pequeñas pausas para moverte durante el día. Dile adiós al sedentarismo, de lo contrario, estarás más expuesto al estrés y al aumento de la ingesta.
6. Duerme lo suficiente.
La falta de sueño puede alterar las hormonas que regulan el apetito y aumentar el deseo de alimentos poco saludables. Además, cenar dos horas antes de acostarte mejora la calidad del descanso.
7. Cena ligero. Opta por cenas livianas y saludables. Los nutricionistas aconsejan incluir alimentos con triptófano. Se trata de un aminoácido necesario para la producción y mantenimiento de las proteínas, los músculos, las enzimas y los neurotransmisores del cuerpo. Algunos alimentos que la contienen son las espinacas, el plátano, las claras de huevos, el pescado, entre otros.
8. Cocina en casa. Preparar tus propias comidas te permitirá tener un mayor control sobre los ingredientes y las cantidades. Saber preparar recetas fáciles, asequibles y sanas tiene un efecto positivo en la pérdida de peso. Además, ahorrarás dinero al evitar comer en la calle.
9. Aprende a comprar. Solemos dejarnos llevar por las etiquetas con la palabra “light” y adquiriendo productos con poco valor nutricional. Este indicativo se refiere a que contiene menos calorías que la presentación original, pero no significa que sean saludables.
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