Los huevos tienen una capa que evita que las bacterias entren al interior y a su vez mantiene el huevo fresco, si lo lavas debilitas la cáscara permitiendo que entren agentes patógenos a través de los poros.
La Organización de Consumidores y Usuarios advierte que los huevos deben conservarse siempre en el frigorífico, con la punta más fina hacia abajo, para evitar que la cámara de aire se acerque a la yema dejándola descubierta y la clara no se estropee además de exponerlos más a las bacterias, la OCU respalda además qué es fundamental no lavarlos, porque se debilita la película natural permitiendo el acceso de bacterias como la salmonella.
Algunas neveras tienen en el lado interno de la puerta un espacio de almacenamiento prediseñado para los huevos, pero está opción no es muy confiable ya que se exponen los huevos a cambios de temperatura con el abrir y cerrar de la puerta, de hecho, es recomendable tenerlos en un lugar intermedio de la nevera y conservarlo en el empaque de compra.
En algunos países, los huevos son comercializados desde refrigeradores, esto indica que fueron lavados previamente pero este método de refrigeración solo mantendrá a las bacterias alejadas mientras la cáscara este protegida a 4° C., y su caducidad siempre será menor a cuando no son lavados, lo recomendable es lavarlos únicamente antes de cocinarlos y con agua tibia para cerrar los poros del cascarón.
Si usted es de quienes no les gusta conservar los huevos en la nevera, también puede conservarlos afuera, asegúrese de no exponerlos al calor o directamente al sol y déjelos en un envase de plástico, asimismo, manténgalos alejados de otros alimentos que emanen olores fuertes para evitar la contaminación cruzada.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales de