El ejercicio o actividad física es necesaria para la salud y bienestar de las personas, y cuando se trata de adultos, este entrenamiento cobra mayor importancia, porque con ello se aumenta la resistencia cardiopulmonar, la fuerza, la movilidad y la coordinación, etc.
Si tienes más de 50 años y deseas ganar fuerza, te compartimos cuál es el ejercicio con el que evitarás la pérdida de masa muscular, además, puedes mejorar tu calidad de vida.
¿Por qué el ejercicio es importante a los 50 años?
Expertos de la salud señalan que el ejercicio no debe verse solo como una actividad para verse bien estéticamente, también es un tema de salud, autonomía y calidad de vida. Partiendo de ello, se recomienda incluir en la rutina diaria, sencillos ejercicios que ayuden a mantener la fuerza física a partir de los 50 años.
La razón es que, a partir de esta edad, el cuerpo comienza a experimentar varios cambios que pueden afectar la forma de moverse y sentirse. Refiere Infobae que en esta etapa la masa muscular disminuye naturalmente, las articulaciones se vuelven menos flexible, e incluso la densidad ósea puede disminuir, y con ello se incrementa el riesgo de fracturas y caídas.
Por tanto, a esta edad, el ejercicio no solo mejora la salud física, sino que también reduce el riesgo de enfermedades crónicas, mejora el estado de ánimo y previene la ansiedad y depresión, problemas que a menudo afectan a las personas mayores.
En tal sentido, se recomienda que las personas mayores de 50 años realicen al menos 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio vigoroso a la semana.
En acción
Comparte el sitio web La Razón que el ejercicio ideal en esta etapa de la vida es la sentadilla, pues no necesita maquinaria de gimnasio, ni rutinas complicadas.
Las sentadillas, ese ejercicio que simula el gesto de sentarse y levantarse de una silla, pero de forma controlada y repetida ayuda a trabajar varios grupos musculares esenciales como, glúteos, cuádriceps, isquiotibiales y core.
Por otra parte, este ejercicio de fuerza fomenta la movilidad articular de rodillas, caderas y tobillos, fortalece los tendones y contribuye a mantener la densidad ósea, todos muy importante para la salud y bienestar de las personas adultas.
Para llevarlo acabo conviene apoyarse de una silla detrás como referencia, y a medida que se gane confianza, se puede aumentar la dificultad sosteniendo una carga ligera como una botella de agua o mancuernas, y haciendo variantes.
Realizarlo de manera correcta mejora el equilibrio y reduce las caídas en adultos mayores, también estimula la producción de hormonas anabólicas como la testosterona y la hormona del crecimiento, esenciales para la regeneración muscular.
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