Consumir de tres a cinco tazas de café o té al día puede beneficiar la salud del corazón, según varios estudios recientes. Ambos, el café y el té, son ricos en antioxidantes y compuestos bioactivos que tienen efectos positivos sobre el sistema cardiovascular.
Café
El café es una fuente significativa de antioxidantes como los polifenoles, que ayudan a reducir la inflamación y mejorar la salud arterial. Además, algunos estudios sugieren que el consumo moderado de café está relacionado con un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
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El café también tiene propiedades que mejoran la sensibilidad a la insulina y reducen el riesgo de diabetes tipo 2, una condición que está estrechamente ligada a la salud del corazón. Sin embargo, es importante que el consumo sea moderado, ya que en cantidades excesivas puede causar efectos adversos, como aumento de la presión arterial en algunas personas.
Té
Por otro lado, el té, especialmente el té verde y el té negro, también es conocido por sus propiedades cardioprotectoras. Estos tés contienen flavonoides, antioxidantes que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y a reducir los niveles de colesterol LDL (el colesterol “malo”).
Varios estudios han demostrado que las personas que consumen té de manera regular tienen un menor riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Además, el té verde, en particular, ha mostrado ser efectivo en la reducción de la presión arterial y el control de los niveles de grasa corporal, ambos factores claves para la salud cardiovascular.
Es fundamental destacar que los beneficios se observan cuando el café y el té se consumen sin grandes cantidades de azúcar o aditivos, y que estos efectos positivos no deben reemplazar otros hábitos saludables, como una dieta equilibrada y la actividad física regular.
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