El trasplante de pulmón es una opción de tratamiento para pacientes con enfermedades pulmonares graves y progresivas que no responden a otras terapias. Consiste en la sustitución de uno o ambos pulmones enfermos por pulmones sanos de un donante fallecido. Este procedimiento puede mejorar significativamente la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes con afecciones pulmonares avanzadas.
Para ser candidato a este tipo de transplante, el paciente debe cumplir ciertos criterios médicos, funcionales y psicológicos. Generalmente, los candidatos son personas con enfermedades pulmonares crónicas avanzadas, como:
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
- Fibrosis pulmonar idiopática
- Hipertensión pulmonar
- Fibrosis quística
- Enfermedades pulmonares intersticiales graves
Además, el paciente debe cumplir con los siguientes requisitos:
- Tener una esperanza de vida reducida debido a la enfermedad pulmonar
- No presentar otras enfermedades graves que comprometan la cirugía o la recuperación
- No ser fumador activo
- Contar con un buen estado físico general para soportar la cirugía y la rehabilitación
- Tener un buen soporte emocional y familiar
¿Las neumonías bilaterales son aptas para trasplante?
Esta condición, en sí mismas, no suelen ser una indicación para un trasplante de pulmón. Estas infecciones pulmonares pueden ser graves y causar insuficiencia respiratoria, pero en la mayoría de los casos se tratan con antibióticos, soporte respiratorio y cuidados intensivos.
Sin embargo, si una neumonía bilateral causa daño irreversible en los pulmones, como una fibrosis extensa o insuficiencia respiratoria crónica, se podría considerar el trasplante en ciertos casos.
Fotos: Freepik
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