EFE
Viena acoge este sábado la gran final de la 60 edición del Festival de Eurovisión, al que han acudido cantantes de 40 países, de los que 27 compiten por la corona europea de la canción.
El indiscutible favorito este año es el sueco Mans Zelmerlöw, con su himno pop “Heroes”, ya todo un éxito en varios países nórdicos.
Le siguen en las listas de las casas de apuestas la rusa Polina Gagarina y su “A million voices”, una canción de tono dramático y grandilocuente que invoca a la paz y que causó sensación en la primera semifinal.
También los italianos del trío Il Volo tienen posibilidades reales de alzarse con el título con su épica “Grande Amore”, que combina elementos del canto lírico con el pop.
Detrás de los tres jóvenes galanes está el invitado especial del certamen, el australiano Guy Sebastian, con su optimista “Tonight again”, un “funky” bailable que apela a disfrutar del momento y que es sin duda una de las canciones más destacadas este año.
La española Edurne ha llegado a Viena con “Amanecer” y sobresale con una coreografía única en el escenario.
En todo caso, las apuestas previas a Eurovisión son una cosa pero la realidad puede luego ser otra, como se vio el año pasado cuando Conchita Wurst acabó ganando tras partir desde el puesto 14 en las apuestas.
La “mujer barbuda”, quien se ha convertido en una abanderada mundial de los derechos del colectivo LGBT, también participará en la presentación de la gala siguiendo a los cantantes cuando no están en el escenario.
El concurso más visto de la canción, que seguirá a más de 100 millones de personas en directo en 45 países, comenzará a las 9 de la noche y el ganador se conocerá luego de la medianoche.
2015-05-23