Karen Ramírez Sojo
Oscarcito no vacila al decir, desde Miami y vía telefónica, que nunca ha apoyado al proceso revolucionario que desde 18 años dirige Venezuela, ni siquiera cuando fue retratado -en 2013- en el velorio del fallecido presidente Hugo Chávez.
“Esa foto fue en uno de los momentos más incómodos de mi vida”, recuerda, pues aunque no apoyaba las políticas del líder de la revolución bolivariana, sí quiso apoyar a su pana, la hija del difunto Presidente.
Luego de haber dicho “no” a la invitación de formar parte de la campaña política “Chávez corazón de pueblo”, asegura, no pudo decir que no a la invitación a las exequias del líder de la revolución bolivariana.
María Gabriela Chávez le pidió ir al velorio de su papá y “le dije que contara conmigo porque se supone que somos amigos”. El resto es historia. “Al estar ahí, nos pidió a Chino y a mí que nos dejáramos tomar una foto delante del ataúd. Me dio un ataque de nervios”.
Sin embargo, aún mucha gente lo asocia con el bando “rojo, rojito” -donde dice tiene muy buenos amigos-, pero él lo niega tajantemente: “Jamás creí en el chavismo y me causa mucha gracia que la gente me tilde de chavista, ¿a quién le puede gustar salir a la calle y que lo roben, que vayas al supermercado y que no haya comida o que no alcance el dinero? Allá nada funciona”.
Afirma que marcha desde el año 2002, año del paro petrolero, pero no es de esas personas que postean fotos, “eso no va conmigo, aunque el año pasado estuve en una movilización y estuve en la tarima con Lilian (Tintori), Richard Blanco, Ramón Muchacho, Freddy Guevara y (Enrique) Capriles, que es gran amigo mío”, y de eso quedan fotos.
Miedo
El ex A.5 detalla que no conoció personalmente a Hugo Chávez, “pero gente cercana a él decía que era un buen tipo y así se lo hice saber… pero eso no hacía que comulgara con sus ideales (…) Después me di cuenta de que no era un buen tipo ni él ni su entorno, porque cuando dije que no, empezaron las persecuciones, un par de bloqueos en radios y comencé a oler diferente a ellos… Oscarcito era un conspirador”.
Por eso, “tuve miedo como mucha gente que todavía tiene miedo. Ese miedo lo perdí hace como cinco años y entendí que no tengo nada que temer. Hay un despertar increíble y eso es lo más bonito, la gente está en la calle apostando por un cambio y el cambio es inminente”.
2017-04-25