Ernesto Cortez, reconocido por su emblemático personaje "Enrico" en el programa Bienvenidos (1986-2001), ha construido una trayectoria diversa que trasciende el ámbito televisivo. A sus 68 años, el artista reside actualmente en España, donde se mudó para estar cerca de su hija y dos nietos, decisión que tomó en 2018 tras años de trabajar como piloto comercial en Canaima, Venezuela, realizando viajes turísticos al Salto Ángel.
Tras retirarse de la televisión en 2009, Cortez se dedicó a su segunda profesión: la aviación. Durante casi una década, pilotó aviones en Canaima, ofreciendo experiencias únicas a turistas que visitaban esta zona emblemática de Venezuela. Su perfil como piloto complementó su faceta pública, aunque sin abandonar del todo su conexión con el entretenimiento.
Desde su llegada a España, Cortez ha priorizado su vida familiar, aunque mantiene presencia en redes sociales, donde comparte recuerdos de su época dorada en Bienvenidos y interactúa con seguidores que añoran su humor. Aunque no ha regresado a proyectos televisivos, su legado perdura: participó en más de 19 años de Bienvenidos, programa que se transmitió internacionalmente por Univisión (1993-2001) y se convirtió en un referente de la comedia hispana.
Un ícono de la cultura popular
Además de su rol en Bienvenidos, Cortez incursionó en teatro infantil y cine venezolano, destacando su versatilidad como actor dramático y cómico. Su boda con la actriz María Antonieta Duque, transmitida en vivo durante el programa en una escena donde ambos saltaron a una piscina con sus trajes nupciales, sigue siendo un momento memorable para la audiencia.
Hoy, Ernesto Cortez simboliza una carrera que fusiona arte, aventura y reinvención, manteniéndose como un referente de la cultura popular venezolana desde su nuevo hogar en Europa.
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