Maggie Smith, la icónica actriz británica conocida por su papel como Minerva McGonagall en la saga de Harry Potter, así como por su extensa y laureada carrera cinematográfica, falleció este viernes 27 de septiembre a los 89 años.
Si bien su partida ha dejado un vacío en el mundo del cine, su legado artístico perdurará por generaciones. Smith, ganadora de dos premios Óscar, Bafta y reconocida por su talento y carisma, decidió vivir una vida lejos de la opulencia y el bullicio de las grandes ciudades.
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¿Dónde vivió la artista?
A diferencia de muchas estrellas de su calibre, la originaria de Ilford, encontró su lugar en un tranquilo pueblo llamado Pulborough, en West Sussex, Inglaterra, con una población de tan solo 5.000 habitantes.
Según la información de medios británicos, en este pueblo, rodeado de vistas al valle de Arun y los South Downs, Smith disfrutaba de la paz y la tranquilidad que tanto apreciaba. Su hogar, una propiedad del siglo XV con cinco habitaciones, la adquirió junto a su fallecido esposo Beverley Cross a principios de la década de 1980.
En tal sentido, la casa, rodeada de viñedos, una pequeña granja, un huerto y tres graneros, ofrecía a la actriz un espacio amplio y confortable para vivir con sencillez.
Belleza en la sencillez
A pesar de su fama internacional, Smith prefirió tener un estilo de vida humilde en un lugar tranquilo, lo que demuestra que la grandeza no reside en la ostentación, sino en la autenticidad y la conexión con lo simple.
Pulborough, un pueblo que con solo 41 millas de distancia a Londres, se convirtió en el lugar de descanso de la inolvidable profesora McGonagall. Un lugar que, como ella, refleja la belleza la serenidad.
Descanse en paz, Maggie Smith.
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