El frizz es un efecto no deseado en el cabello que ocurre cuando la cutícula capilar se abre, permitiendo que la humedad del ambiente penetre en la hebra. Esto provoca que el cabello se infle, se esponje o tenga una apariencia encrespada y desordenada.
Es especialmente común en cabellos rizados, ondulados o secos, aunque puede afectar a cualquier tipo de cabello, especialmente cuando está dañado o expuesto a factores como el calor, productos químicos, humedad o falta de hidratación. Las personas que viven en climas húmedos suelen experimentar más frizz, ya que el cabello tiende a absorber la humedad del aire.
También lo padecen quienes usan herramientas de calor con frecuencia sin protección térmica. Para controlar el frizz, es importante mantener el cabello hidratado, evitar lavados excesivos, usar productos adecuados como aceites, cremas antifrizz o sérums, y proteger el cabello del calor y la humedad ambiental.
Adiós al frizz
Por suerte, los peluqueros profesionales conocen varios trucos efectivos para mantener el cabello suave, controlado y brillante.
Uno de los secretos principales es mantener una buena hidratación. El frizz aparece cuando el cabello está seco y busca humedad del ambiente. Por eso, es fundamental usar champús y acondicionadores sin sulfatos, ya que estos ingredientes pueden resecar. También se recomienda aplicar una mascarilla nutritiva una vez por semana.
El secado también es clave. Los expertos aconsejan no frotar el cabello con la toalla, sino envolverlo suavemente con una de microfibra o una camiseta de algodón. Al usar secador, lo ideal es aplicar primero un protector térmico y usar una boquilla difusora, manteniendo el aire a temperatura media y en dirección descendente para sellar la cutícula.
Otro truco profesional es utilizar sérums o aceites capilares, como el de argán o coco, en las puntas y medios del cabello. Estos productos ayudan a controlar el frizz y aportan brillo sin apelmazar.
Por último, pero no menos importante, está el evitar cepillar el cabello seco, especialmente si es rizado. Lo mejor es desenredarlo cuando está húmedo, con un peine de dientes anchos.
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