El vómito es la expulsión forzada del contenido del estómago por la boca y puede presentarse por diferentes motivos.
Esta reacción puede resultar un motivo de consulta pediátrica sobre todo entre aquellas madres primerizas, que aún no saben cómo tratar algunas enfermedades, molestias o padecimientos en los infantes.
¿Qué es el vómito?
Es la expulsión brusca por la boca del contenido del estómago, más o menos modificado, junto con el jugo gástrico y, a veces, también bilis.
Este puede resultar ser un síntoma de una amplia gama de enfermedades, más que una condición en sí mismo; y se produce por una estimulación refleja del centro del vómito situado en el cerebro y por múltiples causas.
Como bien señalamos, resulta una situación alarmante para los padres y es un motivo de consulta en la infancia; que incluso llega a ocasionar ingresos hospitalarios.
Cabe acotar que, lo importante es evitar que el niño se deshidrate ofreciendo líquidos poco a poco.
Causas
Pueden aparecer con muchas enfermedades como infecciones de los oídos, garganta, estomacales, etc.
Según los especialistas, lo más frecuente es que los niños vomiten cuando tienen una gastroenteritis o diarrea.
Sin embargo, también pueden ser causados por irritación del intestino por algunos medicamentos, alimentos, alergias.
En raras ocasiones se deben a enfermedades propias del aparato digestivo. En este caso los vómitos suelen ser constantes o progresivos y mantenidos en el tiempo, con afectación del estado de nutrición del niño.
También existen algunos casos en que hay niños que tienen especial facilidad para vomitar y para los que cualquier circunstancia sin importancia, como un simple berrinche, les hace vomitar.
¿Qué hacer?
El peligro de los vómitos consiste en que la pérdida continua de líquidos del intestino llegue a causar una deshidratación. Para intentar evitarlo, se recomienda ofrecer líquidos en pequeñas cantidades y frecuentes a los niños.
Los bebés pueden seguir tomando el pecho o el tetero con la leche que toman habitualmente.
En caso que los vómitos estén acompañados de diarrea, es mejor no darles jugos de frutas o bebidas gaseosas que pueden empeorar la diarrea. Es preferible utilizar sueros que reponen las sales que se han perdido.
En los bebés se puede utilizar la leche que habitualmente consumen y no son recomendables las bebidas para deportistas, por su contenido en sales y azúcares distintos a los que se necesitan a esta edad.
No obstante, los niños mayorcitos pueden beber líquidos ligeramente azucarados. No es recomendable a ninguna edad los refrescos ni los jugos ricos en azúcares.
A medida que el niño vaya mejorando se le puede ir ofreciendo los alimentos habituales de su dieta. Se puede intentar dar alimentos con bajo contenido en grasa y azúcares. En general son bien tolerados los cereales, pollo, frutas y verduras.
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Importante
Se debe consultar con los especialistas si es un bebé menor de 3 meses ha vomitado más de dos o tres tomas; o si los vómitos son bruscos y violentos o se acompañan de decaimiento inmediato al vómito.
También es clave visitar al pediatra en caso de que el niño continúe vomitando a pesar de tomar los líquidos en pequeñas cantidades; o cuando presente fiebre mayor de 38.5 ºC, dificultad para mover el cuello, dolor abdominal importante y constante, dolor de cabeza intenso.
De igual manera, cuando presente síntomas que pueden indicar deshidratación: decaimiento, adormecimiento, saliva escasa, llanto sin lágrimas, ojos hundidos, confusión, debilidad; o cuando el vómito contenga sangre o sea de color negruzco.
Tratamiento
Dependiendo de las causas se debe tratar, sin embargo, los especialistas recomiendan no utilizar medicamentos contra los vómitos ya que pueden ocasionar efectos secundarios importantes y ocultar los síntomas de la enfermedad que los produce.
Lo ideal siempre será mantener al niño bien hidratado y bajo supervisión, pues en caso de que comience a presentar algún otro padecimiento se pueda atender lo antes posible.
Por otra parte, cuando el bebé o niño pequeño esté vomitando, se debe mantener boca abajo o de lado el mayor tiempo posible para minimizar las probabilidades de que inhale el vómito.
Finalmente, evita que el niño consuma alimentos sólidos y anímalo a chupar o beber pequeñas cantidades de suero, agua, gelatinas, y otros líquidos que ayuden a evitar la deshidratación y hasta estimular el vómito.
Prevenir
Cuando es por una infección intestinal o gastroenteritis, deben extremarse durante esos días las medidas de higiene, en especial el lavado de manos frecuente por parte del paciente y de los cuidadores.
No es conveniente dar al niño medicamentos sin consultar previamente con el pediatra.
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2022-08-15
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