Las cáscaras de huevo, lejos de ser un desecho inútil, constituyen un valioso tesoro para nuestro hogar. Ricas en carbonato de calcio, estas pieles aportan múltiples beneficios ecológicos y económicos, favoreciendo un estilo de vida más sostenible y generando recursos caseros útiles para diversas actividades.
A continuación te explicamos las cinco formas más comunes de utilizarlas en casa y sacarles el mácimo provecho para tu conveniencia.
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1. Fertilizante natural
Tras enjuagar y secar las cáscaras, tritúralas hasta obtener un polvo fino. Este polvo se mezcla fácilmente con la tierra de macetas o huertos, aumentando el contenido de calcio del suelo. Suelos enriquecidos con calcio benefician especialmente a plantas como tomates, pimientos y solanáceas, evitando la aparición de enfermedades como la “quemadura apical”. Este aporte fortalece la estructura y salud general de las plantas.
2. Repelente de plagas
Otra forma simple de aprovecharlas es esparcirlas trituradas alrededor de las plantas. La textura afilada resulta molesta para babosas, caracoles y otros insectos rastreros, actuando como una barrera física. Es un método totalmente natural, sin necesidad de recurrir a químicos agresivos. Colocar una línea de polvo de cáscara alrededor de cada planta ayuda a protegerla de manera eco‑amigable.
3. Infusión fortificante con vinagre
También puedes preparar una infusión casera: cubre las cáscaras con vinagre y deja macerar durante 24 a 48 horas. El ácido acético disuelve parcialmente el calcio, extrayendo nutrientes y minerales. Al diluir esta mezcla y usarla para regar, se obtiene un abono líquido que fortalece las raíces y mejora la absorción de minerales. Este “té” se aplica idealmente una vez por semana, aportando un extra nutritivo muy útil para plantines o esquejes.
4. Compost y limpieza verde
Si tienes una compostera, incluye trozos de cáscaras para enriquecer el compost con calcio natural. Además, pueden emplearse como ayuda para la limpieza casera: al mezclarlas con bicarbonato de sodio permiten crear un abrasivo suave para eliminar manchas en ollas, sartenes o superficies metálicas. Mezcla polvo de cáscara, bicarbonato y unas gotas de limón para fregar superficies de forma ecológica.
5. Cosmética y cuidado personal
Las cáscaras trituradas también pueden servir como exfoliante. Úsalas con una pasta base suave (como aceite de oliva o glicerina) para reforzar las uñas o frotar con cuidado la piel áspera de codos y talones. Su textura delicada aporta suavidad sin resultar agresiva.
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