Algunas personas prefieren los gatos a los perros por su independencia y bajo mantenimiento. Los gatos no requieren paseos diarios y pueden quedarse solos durante más tiempo sin sufrir ansiedad. Además, su comportamiento suele ser más tranquilo y silencioso, lo que los hace ideales para vivir en apartamentos o espacios reducidos.
Muchas personas también valoran la limpieza de los gatos, ya que se asean constantemente y usan la caja de arena. Otros aprecian su personalidad enigmática y su afecto selectivo, lo que crea un vínculo especial.
Pero, según la psicología, este amor por los gatos indica que las personas que prefieren los felinos a los perros comparten rasgos emocionales, conductuales y de personalidad muy específicos. Conócelos a continuación.
Cat lovers
1. Sensibles y empáticos
Suelen ser especialmente sensibles y capaces de captar las emociones de los demás. Son personas empáticas que logran interpretar vibraciones emocionales sutiles; este tipo de conexión les permite sensibilizarse con los estados de ánimo de quienes los rodean, convirtiéndolos en personas comprensivas y acogedoras.
2. Independendientes
Tienden a valorar su autonomía y prefieren relaciones y entornos donde no se requiera atención constante. Este apego a la independencia se refleja en su estilo de vida y modo de vincularse, ya que estos prefieren interacciones de baja intensidad y una gratificación más sutil.
3. Tranquilos
Los gatos suelen atraer a personas que buscan paz y serenidad, pues, a diferencia de los perros, no demandan energía continua. Su presencia, ronroneo y comportamiento calmado estimulan entornos relajados y ayudan a sus dueños a reducir estrés y ansiedad.
4. Curiosos y aventureros
Según el psicólogo Samuel D. Gosling, los amantes de los gatos también tienden a ser más abiertos a nuevas ideas y experiencias. Este rasgo de curiosidad compartida con sus mascotas sugiere que valoran lo misterioso y lo desconocido.
5. Mejor gestión del estrés y bienestar emocional
Diversos estudios destacan que acariciar o convivir con gatos reduce los niveles de cortisol, libera oxitocina y serotonina, contribuyendo a una mejor regulación emocional. Esto se traduce en menor estrés, menor riesgo cardiovascular y mayor bienestar general.
6. Introvertidos y amantes de la soledad
Muchas personas que prefieren gatos suelen ser introvertidas y disfrutan del tiempo a solas. Estos amantes suelen sentirse cómodos en silencio, lejos del bullicio, y encuentran en los perros un tipo de compañía menos agradable.
7. Equilibrio emocional
A diferencia de la gratificación externa que suelen buscar los amantes de los perros, los aficionados a los gatos experimentan una forma de afecto más discreta. Son emocionalmente independientes, pero ofrecen y aprecian los vínculos afectivos de manera más equilibrada.
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