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Debbie Reynolds y su hija Carrie Fisher unidas por la muerte (+Fotos)

Miércoles, 28 de diciembre de 2016 a las 08:00 pm
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AP

Debbie Reynolds era la encarnación del optimismo estadounidense de la posguerra al bailar con Gene Kelly en "Cantando bajo la lluvia".

Carrie Fisher le puso el sarcasmo y el cinismo de los Baby Boomers a sus películas, libros y espectáculos teatrales, incluso cuando interpretaba a una princesa en "Star Wars".

Madre e hija, separadas por tantas diferencias personales y generacionales estarán proporcionalmente ligadas en la memoria pública tras sus muertes ocurridas en días sucesivos.

Reynolds murió el miércoles a los 84 años, justo cuando ella y el resto del mundo lamentaba la muerte de su hija, quien perdió la vida el martes a los 60 años, a pocos días de sentirse mal a bordo de un vuelo.

Incluso después de un año estremecedor de constantes muertes de famosos, los golpes consecutivos de Fisher y Reynolds le dieron un final impresionante al 2016.

El hijo de Reynolds, Todd Fisher, dijo que la muerte de su hermana fue "demasiado" para su madre.

"Dijo ‘quiero estar con Carrie"‘, señaló Fisher a The Associated Press por teléfono desde el Centro Médico Cedars-Sinai, donde Reynolds murió tras ser llevada de emergencia en el día. "Y después murió".

No se ha revelado la causa de la muerte de ninguna.

Tanto la madre como la hija disfrutaron de las mieles del éxito en el espectáculo pero también sufrieron en los abismos de los problemas personales. A lo largo de los años su relación pasó de distante a inexistente, un tema que Fisher solía abordar en sus libros, pero hacia el final de sus vidas se volvieron aliadas y confidentes en medio de sus problemas.

Reynolds perdió a su primer esposo cuando éste la dejó por Elizabeth Taylor, sus otros dos maridos quitaron millones de dólares.

Desde temprana edad, Fisher tuvo problemas de adicción a las drogas y de salud mental.

"Hubo varias ocasiones en las que pensé que perdería a Carrie", dijo Reynolds cuando Oprah Winfrey las entrevistó a las dos en 2011. "He tenido que superar muchas tristezas, pero ella lo vale".

Cuando Fisher le marcó su distancia a Reynolds, casi no habló con ella por una década.

"Es muy difícil cuando tus hijos no quieren hablarte y tú quieres hablar con ellos, y quieres tocarlos, quieres abrazarlos", dijo Reynolds a Winfrey. "Era un distanciamiento total".

La reacción a la muerte de Reynolds fue muy emotiva.

"Debbie Reynolds, una leyenda y mi mamá en el cine. No puedo creer que esto haya ocurrido un día después de Carrie. Mi corazón está con Billie", tuiteó el actor Albert Brooks, quien dirigió y actuó con Reynolds en la película "Mother" de 1996.

"No me puedo imaginar cómo está pasando esta semana la familia de Carrie Fisher y Debbie Reynolds. Les mando todo mi amor", tuiteó la comediante Ellen DeGeneres.

Reynolds, cuyo nombre verdadero era Mary Frances, pasó lo primeros ocho años de su vida en medio de la pobreza por la Gran Depresión en El Paso, Texas, donde nació el 1 de abril de 1932. Su padre, un carpintero del Southern Pacific Railroad, fue transferido al sur de California y su familia se estableció en Burbank, cerca del estudio Warner Bros.

La chica floreció en California, donde fue una Scout excelente, destacó en los deportes y tocó el corno francés y la viola en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Burbank. Sus amigas la convencieron de que entrara al concurso de belleza de Miss Burbank y se granjeó a los jueces al hacer la pantomima de cantar al compás de un disco de Betty Hutton.

Se volvió una superestrella rápidamente. Tras algunos papeles menores, el jefe del estudio MGM Louis B. Mayer la eligió para "Cantando bajo la lluvia" a pesar de las objeciones de Kelly.

A los 19 años y con poca experiencia de baile Reynolds logró igualar a Kelly y Donald O’Connor, dos de los mejores bailarines del cine, paso por paso.

"Gene Kelly fue duro conmigo, pero creo que tenía que serlo", dijo Reynolds en una entrevista con The Associated Press de 1999. "Tuve que aprender todo entre tres y seis meses. Donald O’Connor había estado bailando desde que tenía tres meses y Gene Kelly desde que tenía dos años… Creo que Gene sabía que yo tenía que ser obligada a superarme".

Luego de su transición de estrella en ascenso a estrella consolidada, Reynolds se volvió inmensamente popular entre las adolescentes e incluso más cuando en 1955 se casó con Eddie Fisher, el cantante pop cuyas admiradoras eran igualmente devotas de él.

La pareja hizo una película, "Bundle of Joy", que parecía reflejar el nacimiento de su hija Carrie en 1956. Después tuvieron a su hijo Todd, nombrado así en honor al amigo cercano de Eddie, el productor Mike Todd, esposo de Taylor.

Durante este periodo Reynolds tuvo una melodía que alcanzó el primer lugar en las listas de popularidad, "Tammy" de 1957, la canción nominada al Oscar de su película "Tammy and the Bachelor". Pero su historia de cenicienta terminó cuando Mike Todd murió en un accidente de aviación en 1958. Fisher consoló a la viuda y al poco tiempo anunció que dejaba a su esposa y a sus dos hijos para casarse con Taylor.

El mundo de las celebridades se escandalizó. Taylor fue criticada como una robamaridos y Fisher como un desertor de su familia. Reynolds se ganó simpatías como la víctima inocente. Una portada de la revista Photoplay de finales de 1958 afirmaba: "Sonriendo a pesar de sus lágrimas, Debbie dice: Todavía estoy muy enamorada de Eddie".

La carrera musical de Fisher nunca se recuperó tras esto, pero la de Reynolds brilló en el cine. El musical de Meredith Willson de 1964, con la desafiante canción de Molly "I Ain’t Down Yet", le dio a Reynolds su única nominación a un premio de la Academia.

También actuó con Glenn Ford en "The Gazebo", con Tony Curtis en "The Rat Race", con Fred Astaire en "The Pleasure of His Company", con Andy Griffith en "The Second Time Around", con el elenco estelar de "How the West Was Won" y con Ricardo Montalban en "The Singing Nun".

Además prestó su voz para la araña Charlotte en la cinta animada "Charlotte’s Web" de 1973, el mismo año que fue nominada a un Tony en 1973 con una reposición en Broadway del musical "Irene", en el que también actuó su hija.

Sin embargo, sus problemas maritales dificultaban el resto de su vida.

En 1960 Reynolds se casó con el magnate zapatero Harry Karl. El matrimonio terminó en 1973 cuando descubrió que Karl, un apostador compulsivo, la había arruinado.

El tercer matrimonio de Reynolds, con el empresario de Virginia Richard Hamlett en 1984, resultó igualmente desastroso. A comienzos de la década de 1990, contra el consejo de sus amigos, pagó 10 millones de dólares para adquirir el hotel Paddlewheel en Las Vegas, que había decaído, y lo convirtió en el hotel y casino Debbie Reynolds, donde se presentaba cada noche.

Reynolds terminó declarándose en bancarrota en 1997 y acusando a Hamlett de robarle su dinero.

"Todos mis esposos me han robado descaradamente", dijo en 1999. "El único que no se llevó dinero fue Eddie Fisher. Él simplemente no pagaba los gastos de sus hijos".

En los últimos años Reynolds seguía presentando su espectáculo y salía de gira 40 semanas al año. También solía tener presentaciones regulares en televisión, como la madre de John Goodman en "Roseanne" y como madre en "Will & Grace".

En 1996 fue aclamada por la crítica por su papel protagónico en la cinta "Mother" de Brooks. Reynolds y su hija fueron retratadas en el documental de HBO "Bright Lights", que será transmitido por el canal en 2017.

Al final hizo equipo con Taylor —divorciada hacía tiempo de Fisher — y otras dos veteranas, Joan Collins y MacLaine, en la película para televisión de 2001 "These Old Broads". El guion, coescrito por Carrie Fisher, presentaba a un grupo de actrices viejas y peleoneras que se reúnen para un espectáculo. Reynolds solía ver con ironía el asunto de Taylor, al tiempo que reconocía que ningún hombre podría haberse resistido a los encantos de la actriz fallecida en 2011.

Reynolds recibió un Oscar honorario en 2015, el Premio Humanitario Jean Hersholt, pero estaba demasiado enferma para asistir a la ceremonia. Su nieta, la actriz Billie Lourd, recibió la estatuilla en su honor.

En los últimos años Reynolds encontró alegría y fortaleza con la renovada relación con su hija.

"Diría que Carrie y yo finalmente hemos encontrado la felicidad", dijo Reynolds a Winfrey en 2011. "Admiro su fortaleza y su capacidad para sobrevivir".

2016-12-29