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Jeremy Meeks, un exconvicto que estuvo en prisión por dos años por posesión de armas, conquistó al mundo gracias a su famosa "mugshot" publicada por la Policía de California en Facebook y ahora saltó de la cárcel a las pasarelas de la Semana de la Moda de Nueva York 2017.
Meeks se robó las miradas y la atención de los expertos en la moda, incluyendo a los diseñadores, quienes no dudaron en ofrecerle trabajo como modelo.
Con una piel canela, ojos penetrantes azules, un cuerpo tonificado y tatuajes por doquier, este "chico malo" dio un vuelco total a su vida al convertirse en la nueva estrella de las pasarelas y de las cámaras.
En el año 2014 fue detenido por posesión ilegal de armas, fue sentenciado a dos años de prisión, y desde la cárcel ya había recibido varios ofertas laborales como modelo, pues su fotografía de su detención se hizo viral en las redes sociales. Hoy en día, es un hombre de familia casado y con tres hijos.
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