En el Festival de TV ATX de Austin, Jon Hamm y John Slattery rememoraron los retos de filmar Mad Men, destacando el uso constante de cigarrillos falsos y sustitutos de alcohol que definieron la atmósfera de los años 60.
Hamm detalló que "solo en el piloto fueron 75 cigarrillos [...] todo el escenario estaba lleno de humo de cigarrillo falso", fabricados con pétalos de rosa y malvaviscos, mientras que para los vasos de vodka empleaban agua de cebolla, provocando que Hamm bromeara: "oh, el olor del aliento era delicioso". Reveló además que jóvenes actores intentaron fumar tabaco real: "a los tres días estaban amarillos y cetrinos. Es una idea horrible", recordando su firme defensa ante los ejecutivos de AMC que cuestionaban el exceso de tabaco: "¿En serio? Son adictos. ¡Por eso se venden!".
Slattery complementó añadiendo que "todo era falso y al final nos íbamos a casa, pero fue un regalo", refiriéndose a la inmersión en una época donde el tabaco era omnipresente. Hamm, quien interpretó a Don Draper entre sus 35 y 45 años, describió la experiencia como "entrar en una cápsula del tiempo", agradeciendo cómo la serie marcó su vida: "contribuir a algo que ha durado tanto es maravilloso [...] estar aquí hablando de esto una década después con tanta gente es tremendo".
Ambos actores compartieron también técnicas para escenas con comida, advirtiendo que "lo mejor es dar bocados pequeños" y mover los alimentos en el plato entre tomas, concluyendo que la intimidad creativa del equipo transformó aquellos años en "una vida paralela tan real y exigente como la propia".
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