El movimiento #MeToo, fundado por la activista Tarana Burke en 2006, sigue siendo un faro global en la lucha contra la violencia sexual. En 2025, su impacto se refleja en tribunales y estadísticas: Sean "Diddy" Combs enfrenta un juicio federal por tráfico sexual y crimen organizado, mientras que Harvey Weinstein (cuyo caso detonó la viralización del movimiento en 2017) está siendo juzgado nuevamente en Nueva York tras la anulación de su condena previa. Estos casos emblemáticos muestran que la denuncia hacía entes poderosos es posible, pero aún frágil.
Harvey Weinstein: el caso que lo detonó todo
Las acusaciones contra el productor de Hollywood en 2017 (publicadas inicialmente por The New York Times) revelaron décadas de abusos con impunidad. Weinstein fue condenado en 2020 por agresión sexual, pero en abril de 2024 una corte de apelaciones de Nueva York anuló el veredicto por errores procesales, ordenando un nuevo juicio. Esta decisión, calificada como "un revés para el movimiento" por organizaciones de supervivientes, evidenció las fragilidades legales que aún enfrentan las víctimas.
El contraataque cultural: la carta francesa de 2018
La actriz Catherine Deneuve y 100 intelectuales francesas publicaron una carta abierta criticando al #MeToo por crear una "caza de brujas" y erosionar la libertad sexual. Argumentaron que la seducción "torpe" no debe equipararse con agresión, defendiendo el derecho de los hombres a "ofender y molestar". La carta generó divisiones profundas, incluso entre feministas, sobre los límites entre el acoso y la galantería.
Aziz Ansari y la complejidad del consentimiento
El caso del comediante Aziz Ansari (2018) ilustró las tensiones generacionales dentro del movimiento. Una mujer de 23 años identificada como "Grace" describió una cita con Ansari donde se sintió presionada sexualmente mediante señales "no verbales" de incomodidad. Mujeres de la "Segunda Ola" feminista como Ashleigh Banfield criticaron la equiparación de esta situación con el acoso laboral, mientras jóvenes defendían que los "encuentros sexuales normales no funcionan para nosotras".
Kevin Spacey y la caída de un ícono
El actor fue acusado por más de 20 hombres de acoso y agresión sexual, llevando a su despido del éxito de Netflix House of Cards. En 2024 se estreno el documental Spacey Unmasked que retrataba la controversia del actor. Su caso destacó cómo el movimiento también abrió espacios para víctimas masculinas, aunque su condena mediática fue más rápida que la judicial.
Expansión global: de Hollywood a la Copa del Mundo
En España, el beso no consentido del entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la futbolista Jenni Hermoso durante la final del Mundial de 2023 desencadenó una querella fiscal por agresión sexual y coacciones, además de impulsar el emblemático lema "Se acabó, no estás sola" que resonó en manifestaciones en todo el país.
Controversias
El movimiento tampoco se escapa de controversias y críticas persistentes. Por un lado, algunos sectores argumentan que la "cancelación" pública precede con frecuencia a los veredictos judiciales, como se vio en el caso de Harvey Weinstein, planteando preocupaciones sobre la presunción de inocencia. Por otro, intelectuales como la escritora Marta Sanz han advertido sobre los riesgos de simplificar narrativas complejas en su libro "Monstruas y Centauras", mientras persisten debates sobre el posible impacto en la creación artística.
El #MeToo ha evolucionado de hashtag a fuerza global con logros tangibles, pero sigue navegando contradicciones profundas sobre libertad, justicia y cultura. Como resume su fundadora Tarana Burke, "no se trata solo de encarcelar culpables, sino de transformar sistemas".
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