El escándalo de la "kiss cam" que involucró a la ejecutiva Kristin Cabot y al entonces CEO Andy Byron en un concierto de Coldplay acaba de revelar su giro más sorprendente: Andrew Cabot, esposo de la protagonista del viral, también se encontraba en el mismo recinto de Massachusetts disfrutando del espectáculo con su nueva pareja sentimental. La información, confirmada por fuentes cercanas al caso consultadas por el Times of London, añade una capa de complejidad a un historia que había capturado la atención global.
Dos citas paralelas en el mismo concierto
Mientras Kristin Cabot de 52 años asistía al evento en el palco corporativo junto a colegas de trabajo de Astronomer, su esposo Andrew Cabot de 61 años compartía la experiencia musical con quien hoy es oficialmente su novia. "Kristin estaba en el palco con gente de trabajo [...] y Andrew en realidad también estaba allí con una cita, con una mujer que ahora es su novia", detalló un informante clave al medio británico. Esta revelación cambia por completo la narrativa inicial que pintaba a Kristin como única responsable de la situación que derivó en su despido.
Una ruptura amistosa antes del escándalo
Fuentes cercanas a la familia Cabot confirmaron que el matrimonio ya había tomado la decisión de separarse semanas antes del incidente en el concierto. "Se habían separado y vivían aparte desde hacía varias semanas. Fue de manera amistosa", argumentaron. Esta versión fue respaldada oficialmente por un portavoz de Andrew Cabot en declaraciones a PEOPLE el 8 de septiembre: "La decisión de divorciarse ya estaba en marcha antes de esa noche". El comunicado añadió que Andrew espera que esta aclaratoria "proporcione un cierre respetuoso a la especulación".
Consecuencias del video viral
El incómodo momento captado por la kiss cam – donde Chris Martin de Coldplay bromeó sobre una posible aventura – desencadenó consecuencias inmediatas para todos los involucrados. Tanto Kristin Cabot como Andy Byron fueron suspendidos y posteriormente despedidos de sus cargos en Astronomer. Además, la esposa de Byron, Megan Kerrigan, tomó medidas drásticas según el Daily Mail: abandonó la casa familiar, devolvió su anillo de bodas y eliminó sus redes sociales.
"No hubo aventura, solo amistad"
Cercanos a la exdirectora de Recursos Humanos insisten en defender su reputación. "Kristin y Andy tenían una excelente relación de trabajo, una gran amistad. No hubo ninguna aventura", argumentó una fuente este 23 de septiembre. La misma fuente reconoció que el abrazo con su jefe fue "inapropiado" y que Kristin acepta "toda la responsabilidad" por ello, pero considera injusto el escarnio público y la pérdida de su empleo. Andrew Cabot, por su parte, ha pedido privacidad para su familia mientras se completa el proceso de divorcio.
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