Las personas del signo Tauro son aquellas nacidas entre el 20 de abril y el 20 de mayo. Generalmente, se cree que astrológicamente estas personas son exactamente iguales o comparten la mayoría de las características, pero esto no es totalmente cierto, existen diferencias que pueden variar dependiendo de la fecha de nacimiento.
La razón es que no todos los planetas se encuentran en la misma posición al momento de que cada uno nace, y allí radica que algunos taurinos puedan ser más hogareños, planificados, tercos, etc.
Según refiere la página web La Opinión “los signos del zodiaco tienen 3 subdivisiones conocidas como decanatos. Cada decanato está gobernado por un planeta diferente afectando la energía que expresan hacia el exterior”.
¿Dónde radica la diferencia entre las personas del signo Tauro?
Tal como indicamos, el movimiento planetario y además el decanato son responsables de que algunas personas de un mismo signo zodiacal se parezcan o no entre sí.
“Cada signo abarca 30 grados en el zodiaco. Los primeros 10 grados pertenecen al primer decanato, los segundos 10 al segundo y los terceros 10 al tercer decanato. El sol recorre un grado por día, lo que significa que los Tauro nacidos en abril pertenecen al primer decanato regido únicamente por Venus, mientras que la mayoría de los que nacieron en mayo son del segundo y tercer decanato, los cuales son gobernados, además de Venus, por Mercurio y Saturno”.
Por tanto, algunos vivirán del amor, el romance, el placer y los valores; mientras que otros, de las comunicaciones y la disciplina; según su decanato y planeta que lo rige.
Hombres vs. Mujeres
Vale acotar que, además de las diferencias marcadas por los decanatos, los planetas regentes y otros movimientos astrológicos ocurridos al momento del nacimiento, el sexo también puede interferir.
El sitio web Psíquicos destaca estas diferencias:
El hombre Tauro es práctico, tranquilo, razonable y trabajador: Tiene una gran resistencia y determinación. No se rinde fácilmente y es perseverante en lo que quiere.
Es leal y protector. Cuando ama, lo hace con intensidad y compromiso. Es amante de la comodidad, disfruta de los placeres sensoriales: buena comida, un hogar acogedor y una vida sin sobresaltos. Además, es terco como un toro, y una vez que toma una decisión, es difícil hacer que cambie de opinión.
Por su parte, la mujer Tauro es segura y estable, sabe lo que quiere y cómo conseguirlo, sin apresurarse, pero sin desviarse de su camino. Tiene una conexión especial con la naturaleza, por lo que aprecia la belleza y el entorno.
Es resistente y paciente. Las taurinas no se dejan llevar por impulsos, prefieren construir relaciones y proyectos sólidos; y esto incluye el amor de pareja y hacia la familia. Cuando se entrega, lo hace con pasión y espera lo mismo de su pareja.
En conclusión, el hombre Tauro no entiende de intermedios y siempre busca la estabilidad; y la mujer Tauro, no soporta ser una carga para nadie y se deja llevar un poco más por sus sentimientos.
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