En el mundo gastronómico, el ajo es una especie que se emplea como un saborizante natural. Posee un aroma y un sabor característico que acompaña ciertos platos de la cocina mediterránea, e incluso es el ingrediente principal en la elaboración de algunas salsas.
Por ello y más, este ingrediente no puede faltar en la cocina de cientos de hogares. Si es tu caso, te ofrecemos unos trucos para que aprendas a conservarlos y que no pierdan su sabor.
Importante
El ajo necesita respirar, por lo que las cabezas de este tubérculo se deben conservar en una despensa o lugar fresco, seco y alejado de la luz dentro de un recipiente abierto, y alejado de otros alimentos.
Una cabeza de ajo puede durar más de ocho semanas, pero una vez rota se puede conservar entre una semana y diez días.
En caso de no querer consumirla en ese tiempo, es necesario que se aplique una técnica que permita conservarla el mayor tiempo posible.
Método efectivo
Existen varias alternativas para conservar este tubérculo, sin embargo, te contaremos cómo hacerlo en aceite.
1. Lava muy bien todos los ajos en agua tibia.
2. Deja reposar durante 20 o 30 minutos.
3. Retira la cáscara de cada diente de ajo y colócalos en una bandeja especial para horno.
4. Introduce la bandeja en el horno durante 15 minutos a 180°C.
5. Al retirar del horno, introduce los dientes de ajo en un recipiente de vidrio, agrega aceite de oliva y lleva nuevamente al horno a la misma temperatura, pero durante 5 minutos. Retira del horno, deja enfriar y tapa el envase.
Nota
La cantidad de aceite de oliva va a depender de cuántos ajos vayas a conservar, un estimado puede ser, por cada 6 cabezas de ajo, son 2 tazas de aceite de oliva.
Otra alternativa
Picar los dientes de ajo y guardarlos en pequeñas bolsitas en el congelador, y cuando se necesiten, se saca la cantidad requerida y se agrega a la comida.
2020-11-25
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