Mantener los azulejos de la cocina limpios y libres de grasa puede ser un desafío, especialmente si cocinas con frecuencia. A continuación, te compartimos algunos trucos efectivos y económicos para eliminar la grasa acumulada y mantenerlos impecables.
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Vinagre blanco y bicarbonato de sodio
El vinagre blanco es un desengrasante natural muy efectivo. Mezcla partes iguales de vinagre y agua tibia en un pulverizador. Rocía la solución sobre los azulejos, déjala actuar durante unos minutos y frota con una esponja o paño húmedo. Para grasa muy resistente, espolvorea bicarbonato de sodio sobre el área antes de aplicar el vinagre. Esto creará una reacción efervescente que aflojará la suciedad con facilidad.
Jabón líquido
El jabón líquido para platos, combinado con agua caliente, es perfecto para eliminar la grasa reciente. Prepara una mezcla de agua tibia con unas gotas de jabón, humedece una esponja o paño suave y limpia los azulejos. Enjuaga con agua limpia para evitar residuos y seca con un paño seco para un acabado brillante.
Limón y sal
El limón es un poderoso desengrasante natural. Frota medio limón directamente sobre los azulejos y espolvorea un poco de sal para aumentar su efecto abrasivo. Deja actuar unos minutos antes de frotar con una esponja. Enjuaga bien con agua tibia y seca.
Alcohol isopropílico
El alcohol es ideal para eliminar la grasa más persistente. Diluye una parte de alcohol en dos partes de agua, aplica con un paño o pulverizador, y frota las áreas afectadas. Además de eliminar la grasa, desinfecta y deja un acabado sin rayas.
Limpieza regular
Para prevenir la acumulación de grasa, limpia los azulejos al menos una vez por semana con un desengrasante suave. También, utiliza campanas extractoras o ventilación adecuada mientras cocinas para reducir la cantidad de grasa que se adhiere a las superficies.
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