El hígado es un órgano clave en el procesamiento de grasas, azúcares y toxinas. Cuando recibe más grasa de la que puede procesar, esta se va almacenando, lo que puede inflamar el órgano y, con el tiempo, causar daño hepático.
En casos graves, puede evolucionar a enfermedades más serias como la cirrosis o el cáncer de hígado. Adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio y evitar el alcohol son formas efectivas de prevenir o revertir esta condición.
Por su parte, el hígado graso, conocido médicamente como esteatosis hepática, es una condición en la que se acumula grasa en las células del hígado. Esta acumulación puede deberse a múltiples causas, como una mala alimentación, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad, la diabetes tipo 2 o el colesterol alto.
Existen dos tipos principales de esta condición: el hígado graso alcohólico, asociado al consumo de alcohol, y el no alcohólico, que está relacionado con factores metabólicos y del estilo de vida.
Tres bebidas para el hígado graso
El hígado, responsable de más de 500 funciones vitales, puede beneficiarse de ciertas bebidas naturales fáciles de preparar en casa, que contribuyen a prevenir enfermedades como la esteatosis hepática no alcohólica y la cirrosis. Las tres bebidas más indicadas son el jugo de remolacha, el té verde y el café, y hoy te hablamos de cada una de ellas.
1. Jugo de remolacha
Rica en potasio, vitamina C y betalaína, esta bebida antioxidante reduce la inflamación y protege al hígado frente a complicaciones como el síndrome hepatopulmonar. Se recomienda extraer el jugo de una remolacha cruda.
Se aconseja tomarlo por la mañana, idealmente en ayunas, para potenciar su efecto. Se puede beber diariamente, aunque quienes sufran acidez o diarrea podrían suspender su consumo.
2. Té verde
Sus catequinas reducen la acumulación de grasa y protegen las células del hígado contra enfermedades como hepatitis, hígado graso y carcinoma hepatocelular. La dosis sugerida es una taza al día. Los extractos concentrados pueden elevar enzimas hepáticas, por lo tanto es mejor evitar suplementos. Prepara una infusión con agua caliente y una bolsita (u hojas de té verde).
3. Café
Se recomienda consumir de 3 a 4 tazas diarias de café negro, ya sea normal, descafeinado o instantáneo. Sus polifenoles y la cafeína estimulan enzimas detoxificantes y reducen el riesgo de fibrosis, cirrosis y ciertos cánceres hepáticos.
Beneficios generales
- Reducen la inflamación hepática.
- Estimulan la función desintoxicante del hígado a través de enzimas y bilis.
- Mitigan la acumulación de grasa y protegen contra enfermedades crónicas.
- Aportan antioxidantes que defienden las células hepáticas.
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