Muchas personas asocian Parkinson con temblores, y es que es un tipo de trastorno del movimiento; pero que no es lo único que ocasiona en el paciente. Según refiere el sitio web Mayo Clinic los síntomas aparecen lentamente, y aunque los temblores son los más comunes en esta enfermedad, también podría ocasionar rigidez, disminución del movimiento y problemas con el equilibrio, aumentando así el riesgo a sufrir alguna caída.
Vale acotar que, esta enfermedad neurodegenerativa también tiene un síntoma silencioso y poco conocido, que hasta puede aparecer años antes de que la enfermedad sea evidente; se trata de la pérdida del olfato.
Síntomas del Parkinson
Esta enfermedad suele iniciar alrededor de los 60 años, pero cabe la posibilidad de que se inicie antes; y es más común en los hombres que en las mujeres.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el temblor en manos, brazos, piernas, mandíbula y cara; pero también puede presentarse rigidez en brazos, piernas y tronco, acompañado de lentitud de los movimientos y, además, problemas de equilibrio y coordinación. A medida que estos síntomas empeoran, al paciente se le dificulta caminar o hacer sus actividades cotidianas, incluso, algunas personas presentan depresión, trastornos del sueño o dificultades para mastigar, tragar o hablar.
Expertos indican que esto no se presenta de la noche a la mañana, a menudo existen signos que pasan desapercibidos, como la pérdida del olfato. Estudios indican que hasta el 95% de los pacientes con Parkinson experimentan algún grado de deterioro olfativo; pero cuando las personas pierden el sentido del olfato, lo ven como un inconveniente menor, sin percatarse que perder el olfato tiene un impacto en la vida.
El sentido del olfato
Según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), la pérdida del olfato puede presentarse varios años antes de que aparezcan otros síntomas del Parkinson, lo que lo convierte en una valiosa pista para un diagnóstico temprano, así lo refiere el sitio web La Razón.
De igual manera, existen otros síntomas que pueden darte una alerta acerca del desarrollo de esta enfermedad, entre estos:
- Fatiga extrema y falta de energía inexplicable.
- Escribir muy pequeño y apretado.
- Trastornos del sueño, movimientos bruscos, hablar en sueños o pesadillas frecuentes.
- Estreñimiento crónico.
- Depresión o ansiedad sin causa aparente.
Lograr identificar estos síntomas, que en muchos casos pasan desapercibidos, ayudaría a detectar la enfermedad lo más pronto posible y así poder empezar a tratar al paciente antes de que éstos le afecten gravemente, al punto de interferir con su calidad de vida.
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