Bianca Balti no es solo un rostro bello: es una historia viva de resiliencia. A sus 41 años, la modelo italiana decidió enfrentar su lucha contra el cáncer de ovario con la misma fuerza con la que alguna vez conquistó las pasarelas más exclusivas del mundo. Pero esta vez, su batalla no era por un contrato ni por un titular de portada, sino más bien por un sueño.
La supermodelo italiana, símbolo de elegancia y sensualidad, quiso regresar a la pasarela que la lanzó al estrellato. Pero su historia, marcada por el cáncer y la esperanza, terminó con una respuesta inesperada
A través de una carta abierta enviada al equipo de Victoria’s Secret, Balti expresó su deseo de volver a desfilar en el show de 2025, un evento que marcó época y del que fue parte en su apogeo, en 2005. En la misiva, relató cómo el regreso del desfile la inspiró profundamente y despertó en ella un impulso imposible de ignorar.
“No sé de dónde surgió el coraje, pero lo hice”, escribió la modelo en su publicación de Substack. “De lo único que nos arrepentimos en la vida es de las oportunidades que no aprovechamos. Así que pensé: ¿qué tengo que perder?”.
Un mensaje lleno de fuerza y vulnerabilidad
En su carta, Bianca destacó el cambio que había percibido en la marca en los últimos años: un discurso centrado en la inclusión, la diversidad y la representación de mujeres reales. Por eso creyó que había espacio para ella, una mujer que, pese a las cicatrices y los tratamientos médicos, sigue encarnando la belleza en su forma más auténtica.
“Llevo mis cicatrices con orgullo y sigo siendo increíblemente sexy”, escribió. “Tenerme en esa pasarela no solo sería un sueño personal cumplido; enviaría un mensaje a millones de mujeres: la vida continúa ante la adversidad. No eres menos mujer. Eres completa. Eres sexy. Eres imparable.”
La carta fue enviada el 6 de octubre, apenas dos semanas antes del evento de Nueva York. La modelo no esperó favores, solo una oportunidad. Y aunque muchos habrían apostado que Victoria’s Secret respondería con entusiasmo, la realidad fue muy distinta.
La negativa que nadie esperaba
Días después, la respuesta llegó… pero no era la que Balti soñaba. La firma le comunicó que el equipo de modelos ya estaba completo, cerrando así la posibilidad de su regreso. Una contestación formal, sin mayor explicación, que muchos interpretaron como una forma elegante de decir “no”.
El gesto, o la falta de él, provocó una ola de comentarios en redes. Decenas de figuras del mundo de la moda y seguidores de la modelo calificaron la decisión como una “oportunidad perdida” para la marca, especialmente por su discurso de apertura e inclusión.
“Victoria’s Secret perdió una ocasión histórica para demostrar que su cambio es real”, escribió una usuaria en X (antes Twitter). Otros cuestionaron si la marca solo “vende diversidad” cuando le conviene.
Del glamour al desencanto
Lejos de mostrarse derrotada, Bianca Balti reaccionó con serenidad y orgullo. En su ensayo, aseguró que su decisión de intentarlo no fue en vano:
“Lo hice porque, desde que enfermé, sentí la responsabilidad de brindar esperanza a quienes luchan con su cuerpo o su destino. Lo intenté. No lo logré. Pero no me arrepiento”.
Bianca, quien se sometió a una mastectomía preventiva en 2022 al descubrir que portaba el gen BRCA1, fue diagnosticada con cáncer de ovario en 2024. Desde entonces, ha documentado su proceso con una honestidad brutal, mostrando su cabello recién crecido, sus tratamientos y su manera de reconciliarse con su cuerpo.
“El cáncer me enseñó que la vida es demasiado corta para no intentarlo y que intentarlo nunca mata”, escribió con la misma fuerza que la caracteriza.
Mientras Victoria’s Secret sigue en su intento de reinventarse, la modelo italiana se convierte, sin pasarela ni alas, en un símbolo de algo mucho más poderoso: la belleza que sobrevive, incluso cuando el mundo decide no mirar.
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