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La muerte de Brittany Murphy, acontecida el 20 de diciembre de 2009 siempre estuvo plagada de dudas. Sin embargo, el padre de la actriz, Angelo Bertolotti, nunca creyó en el reporte que aseguraba que su hija había fallecido a causa de una neumonía agravada por intoxicación, la misma causa que produjo la muerte del marido de Murphy, Simon Monjack, tan solo cinco meses después.
Bertolotti ordenó que se examinara con detenimiento el nivel de toxinas y metales que presentaban los cuerpos de su hija y el de Monjack, proceso que la policía de Los Angeles nunca había llevado a cabo. La gran revelación fue publicada recientemente por The Examiner: Tanto Murphy como Monjack contaban en su organismo con diez metales en niveles anormales, tomando como parámetro un informe de la Organización Mundial de la Salud.
Los mencionados metales son frecuentemente encontrados en insecticidas y en químicos para exterminar roedores. Los síntomas que puede padecer un individuo incluyen: dolores de cabeza, mareos, complicaciones respiratorias y eventualmente neumonía. Tanto Brittany como su esposo manifestaron dichos síntomas.
Todavía no se ha confirmado oficialmente la reapertura del caso, pero el padre de Murphy sentenció: "Mi hija no padecía de anorexia ni se drogaba ni tantas cosas que han dicho. No voy a descansar hasta que se llegue a la verdad. Va a haber justicia para Brittany".
Tras ese hallazgo, ya empezaron a generarse un sinfín de especulaciones. Una de ellas apunta a la madre de Murphy, quien presentó una conducta errática luego del fallecimiento de su hija, admitiendo que, semanas posteriores al hecho, había compartido momentos íntimos con Monjack “para mitigar el dolor”.
Lunes 18/11/2013