J.K. Rowling aclaró su postura sobre Paapa Essiedu, confirmado como Severus Snape en la serie de Harry Potter de HBO, tras firmar este un manifiesto en apoyo a comunidades trans, no binarias e intersexuales. La escritora, quien celebró en redes un fallo judicial británico que define el sexo legal por características biológicas al nacer, afirmó: "no tengo el poder de despedir a un actor de la serie, ni lo ejercitaría si fuera así". Añadió: "no creo en quitarle el trabajo ni el sustento a la gente por tener creencias legalmente protegidas que difieren de las mías".
Essiedu, uno de los más de 400 firmantes del manifiesto —respaldado también por Bella Ramsey y Eddie Redmayne—, enfrentó críticas de fans por diferencias físicas con la descripción del Snape literario. El actor de Gangs of London restringió comentarios en sus redes, aunque recibió apoyo de quienes priorizan la interpretación sobre el aspecto.
El debate se amplía con figuras como Pedro Pascal, quien calificó a Rowling de "perdedora despreciable", y Nicola Coughlan (Los Bridgerton), que declaró: "no me acercaría al proyecto ni con un palo de tres metros". Coughlan también anunció recaudar fondos para organizaciones pro derechos trans.
HBO, por su parte, zanjó la polémica a través de Casey Bloys, jefe de contenido: "ya tenemos una serie suya en HBO llamada C.B. Strike. Sus opiniones son personales. Harry Potter no está secretamente influenciada. Si quieres debatir con ella, hazlo en Twitter". Bloys aseguró que las posturas de Rowling no afectarán el reparto ni la trama.
La serie, prevista para finales de 2026 o inicios de 2027, mantiene a Rowling como productora ejecutiva, pese a llamados al boicot por parte de sectores críticos con sus declaraciones.
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