Paola Ñáñez
Según una investigación llevada a cabo por el departamento de Salud y Servicios Sociales de Nueva York, fueron varios los errores que se cometieron durante la hospitalización y la intervención de garganta de la actriz y comediante estadounidense Joan Rivers el 28 de agosto en el hospital Yorkville Endoscopy de Nueva York.
"La clínica no provee a los pacientes los cuidados necesarios para garantizar su salud y seguridad", reza el informe que se dio a conocer este lunes, que determina también que varios de los procedimientos básicos no fueron observados correctamente.
Según los documentos del dossier, el equipo médico no fue capaz de percibir la caída que se estaba produciendo en los niveles de oxígeno en sangre durante los 15 minutos previos a que la presentadora dejara de respirar. Además, tampoco se documentó adecuadamente la cantidad de Propofol que le administraron durante la intervención, y no tuvieron la precaución de pesarla antes.
El informe también establece que el otorrinolaringólogo que intervino a la presentadora no estaba autorizado para operar en esa clínica, y que la paciente fue fotografiada por un miembro del hospital una vez anestesiada.
La conclusión final del informe apunta que el error más grave del equipo médico que atendió a Joan fue "no identificar cómo se deterioraban los signos vitales de la humorista, no siendo capaces en consecuencia de reaccionar a tiempo durante la operación".
Asimismo se ha dicho que Joan pudo ser resucitada antes de ser trasladada al hospital Mount Sinai, donde se le indujo un coma después de sufrir un paro cardíaco tras el cual no volvió a recuperar la conciencia, por lo que su hija Melissa Rivers tomó la decisión de desenchufar la máquina que la mantenía con vida el pasado 4 de septiembre.
A través de sus abogados, Melissa ha hecho pública su indignación tras conocer los detalles del informe.
"Nuestra cliente, Melissa Rivers, está muy disgustada tras conocer los múltiples fallos que cometieron el personal médico y la clínica según el informe del departamento de Salud y Servicios Sociales de Nueva York", señalaron los abogados Ben Rubinowitz y Jeffrey Bloom en un comunicado.
Por su parte, el bufete de abogados Gair, Gair, Conason, Steigman, MacKauf, Bloom& Robinowitz añadió: "Al igual que lo estaríamos muchos de nosotros, la señorita Rivers está indignada por la mala conducta y la mala gestión que tuvo lugar antes, durante y después del proceso".