Ocho años después de su explosión en Operación Triunfo, Aitana protagoniza la portada de Vogue donde detalla su transformación personal y artística: mientras presenta "Cuarto azul" —su disco más íntimo donde expone vulnerabilidades tras la depresión que documentó en Aitana: Metamorfosis (Netflix)—, confiesa que 2024 fue "el peor año que he vivido nunca".
Aunque ahora avanza hacia la estabilidad con tratamiento farmacológico ajustado a su exigente agenda ("No puedo bajar la medicación hasta después de los estadios"), refiriéndose a sus próximos conciertos en el Estadi Olímpic de Barcelona y el Metropolitano de Madrid. La artista, de 25 años, explica la paradoja de su recuperación: "A veces echo de menos tener picos de locura [...] pero eran contraproducentes".
Mientras destaca que cada canción de su nueva etapa "tiene la cara de alguien", aunque se niega a revelar identidades para preservar su intimidad —coherente con su historial de discreción— pese a la especulación mediática sobre su rumoreada relación con el youtuber Plex, con quien compartió viajes y códigos privados en redes.
Su apertura, sin embargo, marca un punto de inflexión: "El documental me liberó para encontrarme con una nueva yo", declaración que complementa con un guiño a su presente sentimental ("Estoy ilusionada y conociendo a alguien"), sin confirmar nombres pero proyectando esperanza tras la oscuridad de su crisis.
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