El mundo recuerda el creciente legado de Bob Marley, en el 70 aniversario de la figura más emblemática de Jamaica, icono de la protesta social y máximo exponente indiscutible del reggae y el movimiento rastafari.
"Su legado no está completo. Su influencia aún crece y se expande. Aún no ha alcanzado su máximo potencial", aseguró a Efe Ray Hitchins, profesor de la Unidad de Reggae de la Universidad jamaiquina de West Indies.
Nacido en 1945 en la humilde Nine Miles, el cantante jamaiquino nutrió sus dotes musicales durante su adolescencia en Trench Town, un suburbio de Kingston donde conoció a los miembros de The Wailers.
Durante sus viajes a EE.UU. en la década de los sesenta, para visitar a su madre, vivió la segregación racial, lo que inspiró la temática de muchas de sus canciones, según explicó Chris Salewicz, autor de la biografía "Bob Marley: The Untold Story" ("Bob Marley: La historia no contada").
Pero fueron el productor británico Chris Blackwell y su estrategia de explotar comercialmente la peculiar estética rastafari de Marley (con sus "dreadlocks" y sus colores jamaiquinos) los que lograron llevar "Catch a Fire" (1972) a todos los rincones del planeta.
Otra clave, fue su temática universal: transformación social, rechazo al colonialismo y emancipación, en una década en que se registraron múltiples movimientos de descolonización en el mundo.
"El reggae se convirtió en la banda sonora para la disidencia política", afirmó Carolyn Cooper, profesora de Estudios Culturales y Literarios de la Universidad de West Indies, en Jamaica, donde, aunque allí nunca ha sido tan "endiosado" como en el extranjero, sí logró influir en las elecciones de 1972, 1976 y 1980.
"Los políticos comenzaron a utilizar el reggae y la imagen rastafari para apelar a nuevas audiencias de votantes, clase baja y media, lo que consecuentemente ayudó a legitimar ambos movimientos", apuntó King.
Bob Marley fue uno de los primeros cantantes de reggae en aceptar públicamente, que adoptaba el rastafarismo en un país donde sus seguidores eran abiertamente discriminados, algo que también fue vital para que ese credo atravesara fronteras y se conociera en todo el mundo.
En 1978, el músico realizó su primer viaje a África y visitó Kenia y Etiopía, cuna de los rastafaris y donde actualmente es considerado un héroe nacional. Dos años después, ofreció un concierto gratuito para celebrar la independencia de Zimbabue frente a 80.000 personas.
El 11 de mayo de 1981 Bob Marley, convertido ya en la voz del pueblo jamaicano ante el mundo y en un luchador por la paz y la igualdad, falleció a los 36 años por un cáncer.
Tres años después el recopilatorio póstumo "Legend" salió al mercado para convertirse en lo que hoy día sigue siendo el disco de reggae más vendido de la historia.
Así, Bob Marley es en la actualidad más famoso que nunca y ello se debe en gran parte a la comercialización sistemática de su imagen –promovida por su propia familia-, hasta convertirlo en sinónimo de Jamaica./Con información de EFE
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