La conservación de alimentos es algo que muchos pasamos por alto, especialmente cuando se trata de detalles tan cotidianos como mantener unas galletas crujientes. No hay nada más decepcionante que abrir un bote con tus galletas favoritas y descubrir que están blandas, húmedas o gomosas, perdiendo ese crujido tan característico que las hace tan apetecibles.
Mantener la textura original de los dulces puede marcar la diferencia entre una experiencia agradable o un sabor decepcionante. Por ello, los consejos de cocina que prometen hacer que las galletas duren más tiempo en buenas condiciones siempre llaman la atención, ya que ofrecen soluciones sencillas sin complicaciones, ideales para cualquier hogar.
El truco de Jordi Cruz para galletas crujientes
El chef con varias estrellas Michelin, Jordi Cruz, ha revelado recientemente un consejo sorprendente pero muy práctico para evitar que las galletas pierdan consistencia: simplemente colocar uno o dos trozos de pan dentro del recipiente donde se guardan.
La lógica detrás de este truco es bastante simple. Las galletas son muy susceptibles a absorber la humedad del aire. Si el recipiente no es completamente hermético o se abre con frecuencia, el aire húmedo puede entrar, generando condensación y reblandeciendo las galletas.
Al poner pan en la parte superior del bote, ese pan actúa como un “esponja” natural: su estructura porosa absorbe primero la humedad, impidiendo que esta llegue a las galletas. Así, mientras el pan se va reblandeciendo las galletas permanecen secas, conservando su textura original por más tiempo.
Ventajas del método
No requiere ingredientes especiales, no altera el sabor de las galletas, ni implica técnicas complicadas ni productos químicos. Además, es eficaz tanto con galletas caseras como con las compradas en el supermercado.
Por supuesto, para que el truco sea eficiente conviene combinarlo con buenas prácticas: lo ideal es guardar las galletas en frascos o recipientes que cierren bien, en un lugar seco y alejado de fuentes de humedad, y evitar abrir el bote con frecuencia.
En definitiva, gracias a este simple y económico truco de Jordi Cruz, puedes asegurar que tus galletas conserven ese crujido tan deseado durante más tiempo. Un consejo que demuestra que en la cocina a veces lo más útil no es lo más sofisticado, sino lo más sencillo y práctico.
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