La felicidad es una emoción positiva, un estado de ánimo que experimentan las personas por satisfacción ante el hecho de conseguir ciertos objetivos.
Esta emoción no solo depende de nuestras circunstancias, sino más bien de la actitud que mostramos ante ellas. Tampoco depende del dinero, ni del trabajo que se tenga, se trata de aceptar nuestros fallos con humildad, de aceptar la vida como viene y afrontarla con ánimo y entusiasmo.
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¿Cuál es el secreto de la felicidad?
Según los expertos, para alcanzar la felicidad se deben practicar buenos hábitos, justos y equitativos. Hábitos en los que se sostengan actos voluntarios y se desee el bien común.
Para el filósofo griego, Sócrates, la felicidad no viene de recompensas externas o reconocimientos, sino del éxito interno.
Por otra parte, estudios demuestran que para alcanzar la felicidad hace falta compartir con los demás, es tener gestos de solidaridad hacia otras personas. En otras palabras, felicidad es sinónimo de compartir la vida con los demás, sean amigos, familiares o conocidos.
Cabe acotar que, la felicidad no depende de los demás, sino de uno mismo, es tener buena actitud ante todo y todos.
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Cuando las personas logran mantener relaciones saludables, que suman, hacen crecer y, además, se pueden compartir ratos agradables, ayuda a que sean mejores personas y, por consiguiente, que sean felices.
Refiere el budismo, que la felicidad reside precisamente en las experiencias enriquecedoras que se viven para lograr un objetivo, ya que una vez se consigue lo deseado, la satisfacción es muy breve. En tal sentido, cada experiencia vivida junto a los demás en el proceso de concretar una meta, se debe disfrutar. Es preciso aprender a apreciar los placeres simples para alcanzar la felicidad.
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