2001.com.ve
El cuaderno se llama RocketBook Wave. Y está pensado como un anotador temporal, apoyado en la tecnología para resguardar su contenido, más que en un cuaderno que se preserve por años y años: es una vuelta de tuerca al clásico anotador que llevamos de un lado a otro y que, una vez agotadas sus páginas, tiramos o no volvemos a abrir jamás.
La idea del Rocketbook no es que lo que en sus páginas se anota quede escrito allí por años, sino que esa tarea recae en un smartphone: cada página tiene un código QR para facilitar el encontrar la página fotografiada (que puede almacenarse en un servidor remoto para preservarla), como una alternativa más natural a los dispositivos que permiten escribir sobre una pantalla, pero que no alcanzan a ofrecer la ductilidad y precisión del papel.
¿Por qué habría el usuario de sacarle fotos a las hojas? Porque cuando este cuaderno pasa unos segundos en el microondas, las páginas vuelven a estar blancas, para que sea posible escribir nuevamente en ellas. Lo logra gracias al uso de una tinta especial: lamentablemente no permite que se escriba con cualquier birome o lapicera, sino con un Pilot FriXion, una birome con tinta termosensible, que se evapora cuando llega a los 60 grados (de ahí el uso del microondas). La compañía dice que las páginas deberían ofrecer unos diez borrados./LN
28-03-2016