China pidió hoy a la Unión Europea (UE) que evite "mandar señales equivocadas a los secesionistas taiwaneses" debido a la visita que realiza una delegación de eurodiputados a Taiwán, la cual podría "dañar las relaciones" entre Bruselas y Pekín.
"Los eurodiputados deberían ser completamente conscientes de la complejidad y de la sensibilidad de la cuestión taiwanesa, lo cual es básico para el buen desempeño de las relaciones entre China y la UE", dijo hoy el portavoz de Exteriores Wang Wenbin en rueda de prensa.
"Instamos a la UE a que se abstenga de mandar señales equivocadas a los secesionistas taiwaneses para así evitar dañar las relaciones" entre Bruselas y Pekín, afirmó.
Según el portavoz chino, los "actos secesionistas" del gobernante Partido Progresista Democrático (PPD) taiwanés "no pueden cambiar lo más mínimo el hecho de que Taiwán forma parte de China".
"Un pequeño grupo de políticos no puede cambiar la inevitable tendencia histórica de la reunificación de China", aseveró.
Las declaraciones se producen después de que el jefe de la delegación de eurodiputados que visita la isla, Raphael Glucksmann, afirmase hoy que el objetivo del viaje es mandar el mensaje "simple y claro" de que "Europa está del lado de Taiwán en la defensa de la libertad".
Según la agencia oficial de noticias isleña CNA, durante su entrevista con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, Glucksmann indicó que Taiwán es "la democracia más vibrante de la región del Indo-Pacífico" y "un tesoro que todos los demócratas del mundo deberían apreciar y proteger".
El diario oficial chino de corte nacionalista Global Times ya avisó ayer de que, para Pekín, la visita es una "provocación" concebida por unos eurodiputados "radicales".
"El Parlamento Europeo se ha convertido en un cómplice de Estados Unidos en su intento de inflamar la cuestión taiwanesa y de recrudecer las tensiones", apuntó el citado rotativo.
No en vano, Glucksmann es uno de los eurodiputados sancionados por Pekín el pasado marzo, en respuesta a las que impuso la UE a cuatro funcionarios y a una entidad china por violaciones de los derechos humanos en Xinjiang, algo que Pekín ha negado en repetidas ocasiones.
Estas sanciones, que siguieron a una decisión similar de Estados Unidos, fueron las primeras de la UE a China desde la masacre de la plaza de Tiananmen en 1989.
El intercambio de sanciones provocó que el Parlamento Europeo congelase en mayo el proceso de ratificación del acuerdo de inversiones al que llegaron la UE y China el pasado mes de diciembre tras siete años de negociaciones. EFE
2021-11-04