El abogado Clay Jackson, quien trabajaba en la empresa Fidelity National Financial (FNF), denunció que fue despedido de manera repentina luego de asistir a una familia de migrantes indocumentados.
De acuerdo con la información el abogado asistía a una familia que estaba en la mira del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Según informó La Nación, Jackson no es especialista en derecho migratorio, pero accedió a explicar los derechos constitucionales de la familia y a buscarles un abogado pro bono.
Poco después, dos agentes vestidos de civil aparecieron en su domicilio, acusándolo informalmente de obstruir una investigación de inmigración.
El abogado notificó a sus superiores sobre el incidente y decidió hablar con la prensa. El 23 de abril, relató su experiencia a The Washington Post, y ese mismo día fue despedido de la empresa.
Visita intimidatoria y falta de respaldo empresarial
Jackson calificó la visita de los agentes como “escalofriante”, especialmente cuando notó que su Wi-Fi dejó de funcionar, lo que interpretó como un intento de evitar que quedara registro en cámaras de seguridad.
"Quería que la gente supiera qué tipo de tácticas pueden usar ICE y la policía local que coopera con ICE para intimidar a un abogado", declaró Jackson.
El abogado había solicitado un traslado a otra oficina tras recibir una reacción despectiva de su superior. En paralelo, buscó representación legal con el exfiscal federal Ken White, quien aceptó defenderlo gratuitamente, y con el bufete Ellwanger Henderson, especializado en derechos civiles y laborales.
En ese sentido, White calificó la acusación de “obstrucción” como “absurda y antiestadounidense”, señalando que brindar asesoría legal gratuita no puede considerarse un delito.
Jackson denuncia despido injustificado y represalias políticas
Días después de compartir su experiencia con colegas y enviar correos internos, Jackson fue bloqueado de sus cuentas laborales y recibió una carta formal de despido, en la que la empresa alegó “desempeño insatisfactorio” y “violaciones de políticas corporativas”.
Asimismo, el abogado aseguró que, en casi dos años de trabajo, nunca recibió una evaluación de desempeño ni advertencias.
Fidelity National Financial emitió un comunicado afirmando que la salida del empleado no estaba relacionada con inmigración, pero Jackson insiste en que su despido fue una represalia por defender el debido proceso legal, un principio fundamental de la Constitución de EEUU.
Vínculos con Trump y presión política en el caso
El caso ha generado atención nacional, especialmente por la influencia política del fundador de FNF, Bill Foley, quien es un importante donante de las campañas del presidente Donald Trump.
Según La Nación, la historia de Jackson se suma a una serie de acciones impulsadas por la administración Trump contra abogados y firmas que asisten a quienes son considerados “enemigos políticos” del presidente.
Jackson advirtió que tanto las amenazas de ICE como su despido repentino podrían generar un efecto intimidatorio para otros profesionales del derecho que defienden los derechos de los migrantes.
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