Para evitar el uso fraudulento de las tarjetas de un cliente, siempre las claves de seguridad fueron secretas, solo la persona introducía los número en el sistema a la hora de realizar una compra.
Sin embargo, con el paso del tiempo este elemento de seguridad se convirtió prácticamente en algo "cotidiano" de solicitar por parte del vendedor a la hora de cancelar algo en Venezuela. Pero ¿por qué sucedió esto? ¿Es comodidad o costumbre?
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Claves de las tarjetas a viva voz
Para pagar un simple café, un dulce o un pan, hasta un televisor, una prenda de vestir o una comida en un restaurante, es común que el vendedor solicite a viva voz el número de cédula y la clave.
Aún cuando este “gesto” cotidiano deja al usuario indefenso frente a cualquier intento de estafa o robo, ya en Venezuela la mayoría de las personas se acostumbró a que esto sea una situación "normal".
El argumento de los vendedores para solicitar el número de identificación personal (PIN, por sus siglas en inglés) es que se debe “teclear suave” el datáfono para evitar que sea dañado y quede inservible, algo que -consideran- no hacen de forma adecuada sus clientes.
Esta situación, algo instintiva solo se rompe cuando un extranjero llega al país y un desconocido le solicita unos datos tan privados y personales. Es entonces cuando, excepcionalmente, el vendedor permite, a regañadientes, que sea el cliente quien marque su clave.
Aunque parezca curioso solo en esta ocasión suena hasta extraño que alguien prefiera marcar su clave en vez de ser el mismo vendedor.
En Venezuela, ese elemento de seguridad que se guardaba tan receloso se hizo común con los diversos cambios en la economía del país. Ya sea por la devaluación de la moneda o la vez que escaseo un poco el efectivo. Fue entonces cuando los "puntos de venta se pusieron a valer" y para evitar que se dañaran los datáfonos y el comercio se quedara sin esta herramienta fue que las claves personales se hicieron del dominio público.
Así que la costumbre se hizo ley, pues ahora la gente aunque puede marcar su clave sin problema, prefieren aprovechar la comodidad y dejar que sea el vendedor quien lo haga.
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Con información de Biobiochile.
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