El Allianz Arena se prepara para un choque de titanes en la gran final de la Champions League entre el PSG e Inter de Milán para definir el cetro de campeón en un choque que estará marcado por estilos de juego muy opuestos.
El técnico del PSG, Luis Enrique, podrá contar con la mayoría de su plantilla, salvo una incógnita importante: Presnel Kimpembe. El central francés sufrió una molestia en el pie a principios de mayo y, aunque inicialmente se estimaba su recuperación en dos semanas, su participación en la final aún está en evaluación, señaló Meridiano.
¿En qué condiciones llegan los finalistas?
El once parisino estará conformado por Gianluigi Donnarumma en portería; Achraf Hakimi, Marquinhos, Lucas Hernández y Nuno Mendes en defensa; Vitinha comandando el mediocampo junto a Fabián Ruiz y Zaïre-Emery; y un trío ofensivo con Ousmane Dembélé, Khvicha Kvaratskhelia y Gonçalo Ramos.
Por parte del cuadro italiano, dirigido por Simone Inzaghi, no hay sancionados pero sí algunas preocupaciones físicas. Yann Aurel Bisseck es duda tras resentirse en el último partido de Serie A: Piotr Zielinski presenta molestias en el gemelo; y Benjamin Pavard arrastra dolencias menores.
La formación italiana mantiene su esquema clásico 3-5-2 con Yann Sommer bajo los palos; Bastoni, De Vrij y Pavard o Darmian formando la línea defensiva; Dumfries, Çalhanoğlu, Mkhitaryan, Dimarco y Barella en medio campo; y Lautaro Martínez junto a Marcus Thuram liderando la ofensiva.
Estilos de opuestos se enfrentarán en el Allianz Arena
El enfrentamiento promete ser un espectáculo estratégico: el PSG apuesta por una propuesta basada en posesión, desborde y creatividad ofensiva liderada por Dembélé y Kvaratskhelia.
En contraste, el Inter destaca por su solidez táctica, contragolpes efectivos y potencia física en defensa y ataque. Todo indica que será un duelo equilibrado donde cada equipo buscará imponer su estilo para conquistar la gloria europea.
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