El sector comercio no escapa a la compleja situación política, social y económica por la cual atraviesa Venezuela desde hace ya un buen tiempo.
La pandemia de coronavirus fue una dura prueba que se sumó al rosario de obstáculos que ya tenían delante.
Muchos lo asumieron como un gran reto y se reinventaron, otros sencillamente sucumbieron, desaparecieron para siempre o regresaron en un momento más propicio.
El sector comercio luego enfrentó una suerte de “espejismo”, durante el primer semestre de 2022; ese fenómeno llamado el “Venezuela se arregló”.
No todos los vieron con cautela. Un segmento importante del sector comercio nacional parece haberse “engolosinado”. “Contaron los pollos antes de nacer”, como dice el refrán.
Tiziana Polesel, presidenta saliente de Consecomercio, hace un diagnóstico del gremio que representó como máxima dirigente hasta viernes 30 de junio de 2023.
Al momento de hacer esta Conversa 2.0, Polesel se preparaba para entregar el cargo y comenzar campaña por la segunda vicepresidencia de Fedecámaras, en la plancha de Adán Celis.
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El “metaverso” de 2022
Consecomercio ha realizado encuestas sobre la situación de este sector que cruza con los sondeos propios de cada una de las cámaras regionales o subsectores afines.
Los estudios permiten mantener un diagnóstico actualizado del gremio, relacionado con problemas, expectativas y oportunidades.
Las referidas encuestas del sector comercio se enfrentaron en 2022 a una data que, por lo menos, podrían provocar cierta confusión.
La era de la cacareada “Venezuela se arregló”; era en la cual no pocos parecieron contagiarse de un optimismo desbordante.
“El año pasado Consecomercio llamó a la prudencia. Llamábamos a ver ese crecimiento con optimismo responsable”, recuerda Polesel.
La dirigente empresarial explica que ese “optimismo responsable” pretendía ver las cosas buenas, pero sin abandonar el realismo.
“Nosotros alertamos que en ese momento no se estaban abordando las medidas que consideramos clave para realmente hablar de recuperación como es el control de la inflación y el aumento de los ingresos”, puntualiza.
El Ejecutivo no fue al fondo de los grandes problemas y luego vino la aplicación del impuesto a las grandes transacciones financieras, el IGTF o “impuesto al dólar”.
Antes de finalizar el primer semestre de 2022 ese “espejismo” de la “Venezuela se arregló” se desvanecía en algún “metaverso”, como los de Marvel.
“Llegamos al mes a enero de 2023 con cifras en negativo que alarmaron muchísimo a gran parte del sector comercio o servicio recordemos que esa encuesta no mide moneda, no mide dinero, mide unidades vendidas, tickets emitidos”, explicó.
La medida para el sector comercio no es el dinero o la cantidad de impuestos cancelados. Son las facturas emitidas por cada empresa, tienda o local.
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Caracas es Caracas, lo demás es…
El “Venezuela se arregló” en algún momento de la desintegración del espejismo podría haberse llamado solamente: “Caracas es la que se arregló”.
El sector comercio, como otros que hacen vida en el país, dan cuenta de una “burbuja” en que cubre la capital de la República.
Consecomercio también diagnosticó una diferencia abismal entre la situación de Caracas y el resto del país.
Una situación grave ya complicada, pero en los últimos meses ha sido mucho más pronunciado, según los estudios del gremio.
“Vemos por ejemplo que si se abre un establecimiento de cualquier sector del comercio en Caracas eso probablemente nos está indicando que se están cerrando 10 o 12 en el resto del país”, sentencia Polesel.
No es “consuelo de tontos”, pero al comparar lo que vive la “Sultana del Ávila” y el calvario de las otras 23 regiones, la cuna de Bolívar está, como mínimo, “menos mal”.
“En Caracas no se percibe con tanta crudeza la escasez de combustible, agua, apagones y el rosario de calamidades de los servicios públicos”, remata la gremialista.
Sobre la gasolina, Polesel apunta a Mérida como un estado crítico, según lo que le reportan sus agremiados desde allá.
“Táchira, aunque es una entidad andina, tiene la alternativa de Colombia. Los tachirenses van a Colombia y surten combustible, aunque sea más costoso. Pero lo tienen”, ilustra.
La calamitosa situación de la provincia venezolana se traduce en calles desoladas a media tarde. Casi todo el comercio cerrado.
Los ciudadanos pierden buena parte de su jornada (o toda) a la “caza” de la gasolina o no tienen cómo trasladarse a las tiendas.
Los cortes eléctricos suponen un problema adicional, relacionado con la refrigeración de ciertos productos que lo requieren.
También afecta las condiciones de los locales. “En zonas como Maracaibo, el aire acondicionado no es un lujo, es vital”, añade Polesel.
Llega algo de “oxígeno” al sector comercio
El arranque apocalíptico de 2023 parece meter un “frenazo” antes de traspasar el último sótano de la caída y parar en el “centro de la Tierra”.
Tiziana Polesel precisa que en enero registraban un negativo para el sector comercio de 40 % a 45 %, Hoy puede rondar entre 25 % o 30 %.
“Pero sigue siendo negativo”, insiste la hoy aspirante a la segunda vicepresidencia de Fedecámaras.
Entre los rubros más golpeados están licores y tabaco, así como las autopartes, mientras que el área de víveres ha tenido un desempeño menos caótico.
Hay un elemento que da leña a ese fuego de las cifras en rojo: el contrabando, que genera una competencia desleal al comercio formal.
El recetario de soluciones del sector comercio
Tiziana Polesel refiere que una de sus últimas actividades al frente de Consecomercio fue un encuentro con altas autoridades del Ejecutivo nacional.
La reunión concluyó con una promesa oficial de una mejoría en el segundo semestre de 2023 debido a una serie de medidas y correctivos que se aplican.
El cónclave con ministros del área económica asoma también la reactivación de la comisión contra ilícitos aduaneros.
Es un anhelo ya descrito en esta conversación, debido a lo pernicioso que resulta el contrabando para el comercio formal venezolano.
“No solo es un atentado a la actividad comercial lícita, sino contra la salud de las personas. Entra por contrabando mercancía sin ningún control sanitario”, alerta Polesel.
El crédito es una palabra clave en el recetario de Consecomercio para reactivar el gremio. Crédito, un término casi execrado del vocabulario bancario.
Polesel señala que el anticipo de recursos económicos es vital para el comercio, para sacarlo de los números negativos en lo que está sumido.
“Cuando en un país como Venezuela el ciudadano no puede comprarse una simple licuadora con una tarjeta de crédito, entonces estamos muy mal”, precisa.
Las tarifas de los servicios públicos es otro elemento a revisar para oxigenar y reflotar al comercio venezolano.
Tiziana Polesel alerta que las tarifas son demasiado elevadas para la mala calidad de los mismos. En el caso del aseo urbano, se hacen cálculos desproporcionados.
“Se pechan, por ejemplo, mil metros cuadrados, cuando en realidad ese comercio apenas usa 200 metros cuadrados por la crisis”, ejemplifica.
El tema impositivo no queda fuera. Los tributos que deben honrar los comerciantes son, a entender del gremio, en muchos casos una carga pesadísima.
Quedará para la próxima directiva de Consecomercio continuar la lucha por estas reivindicaciones.
Oiga a Tiziana Polesel en nuestro PODCAST2001
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