La multinacional Shell anunció un plan global para cerrar más de 1,000 estaciones de gasolina, impulsada por el creciente interés en vehículos eléctricos (EV) y soluciones de energía sostenible.
Esta decisión forma parte de una estrategia más amplia para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y expandir la infraestructura de carga para vehículos eléctricos, destaca El Diario de NYC.
Hasta la fecha, Shell ha instalado 70,000 estaciones de carga públicas a nivel mundial, gracias a la adquisición de la empresa especializada Volta.
Este cambio de dirección contrasta con la política previamente anunciada por el CEO Wael Sawan, quien había manifestado su intención de regresar al enfoque tradicional en petróleo y gas, disminuyendo las inversiones en energía solar y eólica.
El mercado
La presión del mercado y el comportamiento del consumidor han llevado a la empresa a reconsiderar su modelo de negocio.
Voceros de Shell señalaron que el aumento en el precio de la gasolina ha impulsado a los consumidores a buscar alternativas más sostenibles.
Aunque la compañía no ha especificado las ubicaciones de los cierres, se anticipa que las primeras estaciones cerradas estarán en estados como Texas, donde se podrían perder cientos de empleos en exploración y desarrollo.
Otras áreas afectadas podrían incluir California, Nevada, Utah, Dakota del Sur, Iowa y Minnesota, donde Shell tiene una presencia significativa, ocupando el sexto lugar en número de estaciones en este último estado.
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