La sostenibilidad del Seguro Social en Estados Unidos se encuentra en un punto crítico. A menos que el Congreso intervenga, el sistema podría enfrentar una crisis financiera en los próximos años.
Esto resultaría en recortes significativos a los beneficios de millones de jubilados y discapacitados.
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Una de las principales razones detrás de este problema es la creciente expectativa de vida y la disminución de la tasa de natalidad, lo que genera una mayor presión sobre el sistema.
Además, la jubilación anticipada, a menudo motivada por despidos o problemas de salud, agrava la situación.
Si bien algunos estadounidenses esperan jubilarse a los 67 años, la realidad es que muchos lo hacen a los 62, lo que reduce el tiempo de cotización al sistema.
Propuesta
Las propuestas para solucionar esta crisis son diversas y controvertidas.
Entre ellas, destaca la posibilidad de aumentar la edad de jubilación, una medida que generaría un gran impacto en el bolsillo de los trabajadores, especialmente aquellos con salarios más bajos.
Según datos recientes, el 34% de los estadounidenses gana menos de $50,000 al año, lo que significa que retrasar la jubilación podría sumir a muchos en una situación económica precaria.
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La decisión que tome el Congreso tendrá consecuencias a largo plazo para millones de estadounidenses y marcará el rumbo de uno de los programas sociales más importantes del país.
Con información de Solo Dinero.
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