Un nuevo fenómeno social está ganando fuerza en las playas de Chicago. Cada domingo, decenas de personas se congregan en North Avenue Beach para una peculiar pero efectiva práctica de liberación del estrés: gritar frente al lago Michigan.
Según una publicación de Telemundo, esta es la propuesta del Scream Club Chicago, busca transformar emociones a través del poder del grito.
El Scream Club Chicago, una iniciativa que se reúne todas las semanas, promete el respiro necesario para liberar el estrés acumulado. El único requisito para participar es respirar y gritar. Es una forma directa y sin filtros de soltar las tensiones.
¿Cómo el "grito de liberación" ayuda a desahogarse?
La propuesta es liderada por Manny Hernández, un coach de respiración, quien diseñó esta práctica para canalizar el estrés. Utiliza una combinación de técnicas de respiración y gritos colectivos.
Hernández subraya que vivimos en un entorno que exige silencio y compostura, incluso en momentos difíciles. "Este mundo nos dice que debemos quedarnos callados, mantener la compostura y fingir que estamos bien", añadió.
El Scream Club ofrece permiso para expresar lo reprimido, en un ambiente de comprensión colectiva.
¿Cómo funciona una sesión del Scream Club?
Cada domingo a las 7:00 p.m., el grupo se reúne para iniciar con una serie de ejercicios de respiración guiada. Luego, se realiza el grito colectivo, dirigido hacia el lago. Es una poderosa forma de catarsis emocional compartida.
Hernández comenzó esta práctica de forma personal, pero al compartirla en redes sociales, ganó popularidad rápidamente. Hoy, es un evento gratuito y abierto a todo público. Ha logrado formar una sólida comunidad de participantes que buscan bienestar.
¿Hay reglas para unirse al Scream Club?
Para asegurar que la experiencia sea segura y respetuosa, el club ha establecido algunas normas en su página oficial. No se permite juzgar a nadie por su forma de reaccionar o expresarse. Cualquier contacto físico, como abrazos, requiere consentimiento previo.
Además, está prohibido grabar sin autorización, y lo que se comparte en el grupo debe permanecer en el grupo. Estas reglas fomentan un ambiente de confianza.
Testimonios en redes sociales de asistentes reportan sentirse "más felices, relajados y emocionalmente liberados" después de cada sesión.
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