La tecnología es imprescindible para el avance de cualquier sociedad y, hoy en día, la Inteligencia Artificial (IA) es uno de los rostros más nuevos y recurrentes del auge digital, tanto en materia recreativa como en un recurso educacional.
2001 conversó con el profesor Carlos Calatrava Piñerúa, director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), quien considera que la IA va mucho más allá de lo que se puede abarcar en las aulas nacionales.
“En el contexto general país, la IA es una realidad que trasciende a la universidad venezolana. Implica, como una nueva aplicación, la capacidad de crear información con poca o ninguna acción humana. Abordar la IA implica, al menos, electricidad, computadoras y una potente conexión a internet”, explicó.
IA y sus complejidades
Calatrava considera que la IA es un tema complejo que impacta en una versatilidad de espacios y ámbitos. “Tales como la forma en la que se enseña y evalúa hoy día en la educación universitaria”, reiteró.
Si bien es cierto que la IA puede servir como una herramienta o referente informativo, hay que saber utilizarla con sabiduría, ya que puede dar rienda al plagio o al “famoso copia y pega” entre los estudiantes universitarios.
“Más que plagio, lo que está ocurriendo califica como fraude. Justamente, por emplear medios para generar contenidos que son expresiones creativas e ingeniosas de alguna persona. En cambio, el plagio es pasar por ideas propias, las iniciativas de otras personas”, aclaró.
Por su parte, Elimar Bello, profesora de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), agrega que el plagio con IA es un tema relativamente nuevo.
“Por lo que aún hace falta formación y difusión de las herramientas antiplagio que están hoy en día disponibles. Obviamente, hay limitaciones en las herramientas antiplagio que son gratuitas; sin embargo, son útiles. Es necesario formar a los docentes para el uso y aprovechamiento de las mismas”.
Políticas de la educación superior con respecto a la IA
Carlos Calatrava explicó que en la Ucab hay una política inclusiva y de análisis en lo que respecta al uso de la IA.
“Desconozco las políticas a escala nacional, pero en la Ucab existe un Decreto Rectoral sobre la Integración de la IA en la realidad de la universidad, que aborda el uso de la IA en docencia, investigación y gestión. Entiendo que somos la única institución venezolana con ese tipo de regulación”.
En este sentido, la incursión de la IA apoya en la programación de actividades de enseñanza y en las estrategias de evaluación.
“Al estar manejada por los profesores y enmarcada en la dinámica natural de las clases, la IA queda como lo que realmente es en este momento, una tecnología educativa más”, resaltó.
En caso de que algún estudiante cometa un fraude académico a través del manejo inapropiado de la IA, se aplicarán las medidas correctivas que estipulen los reglamentos disciplinarios de cada universidad.
“Por ser instituciones autónomas, cada universidad tiene sus propias regulaciones a partir de lo señalado por la Ley de Universidades”.
Ante las irregularidades que cometa el cuerpo estudiantil durante su formación académica, la Ucab activa el Reglamento de Procesos Disciplinarios.
“Que lleva a la actuación de diversos órganos y cuerpos de co-gobierno, a fin de tomar decisiones sobre sanciones y su aplicación. Hay un marco general que orienta el proceso, análisis y aplicación de sanciones”, acotó.
El docente sostuvo que estas tácticas fraudulentas, tanto con IA o con cualquier recurso tecnológico, afectan directamente al estudiantado.
“Los estudiantes tienen la responsabilidad de entender que los estudios universitarios están directamente implicados en el resto de su vida, en miras de la construcción de su presente y futuro profesional. El fraude en el que incurren como estudiantes, tiene más efectos sobre su destino de lo que creen. Hace la diferencia entre un profesional competente, de uno incompetente”.
Otras consideraciones
En el caso de la UBV, Elimar Bello informó que el cuerpo docente explora hoy en día las bondades de la IA, por tanto, todavía hay trabajo que hacer en lo que respecta al abordaje del plagio o disminución del esfuerzo intelectual.
“Para detectar estás irregularidades (de plagio), utilizamos desde la búsqueda en la web, hasta la herramienta Antiplagium, que son de las más conocidas en este momento. Otra estrategia es la revisión de la evaluación junto al estudiante, ahí tanteamos su conocimiento del tema a través de preguntas que nos permiten verificar lo que el estudiante redactó”, explicó.
Al igual que Calatrava, Bello sostiene que cada universidad fija sus respectivas sanciones en cuanto al tema del plagio.
“En el caso de la UBV, las sanciones más leves incluyen la amonestación verbal, la amonestación escrita y la anulación de la evaluación”.
Finalmente, la profesora Elimar Bello alega que es imposible dar la espalda a las tecnologías, siendo la IA la adquisición más novedosa de la lista.
“Lo más importante es desarrollar un sentido ético en el uso de las TIC, así como leer y revisar muy bien las fuentes disponibles en internet, incluidas las respuestas que la IA puede dar a nuestras preguntas. Se debe anteponer la inteligencia humana, ante la inteligencia artificial”, concluyó.
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