Zairet González Ramírez | @ZaiLez
Nacido en un barrio de Bruselas un 26 de agosto de 1914, Julio Cortázar retornó pronto (a los cuatro años) a la ciudad de origen de sus padres, Buenos Aires, que alojó al escritor hasta que, harto del gobierno peronista, se trasladó a París.
Caracterizado por la narración breve y prosa poética, la creación de importantes novelas lo convirtieron en uno de los autores más destacados de la literatura hispanoamericana del siglo XX, realizó estudios de Letras y de Magisterio, y trabajó como docente en varias ciudades del interior de la Argentina.
Es uno de los autores argentinos más traducidos a otras lenguas, y está considerado como un paradigma de la literatura argentina. Fue un renovador de la estructura del lenguaje, que juega con elementos fantásticos sin perder nunca su conexión con la realidad.
Su carrera inició como crítico en revistas como “Huella” o “Canto”. Desde fines de los años 40 hasta 1953, colaboraría en la revista “Sur”, fundada y dirigida por Victoria Ocampo en 1931. Su primer trabajo para esa revista fue un artículo con motivo del fallecimiento de Antonin Artaud.
En 1951 fijó su residencia definitiva en París, desde donde desarrolló una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos se encuentran entre los más perfectos del género. Su novela Rayuela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y marcó un hito insoslayable dentro de la narrativa contemporánea.
Falleció a la edad de 69 años a causa de una leucemia, y fue sepultado en el Cementerio de Montparnasse de París.
Su tumba es un lugar de culto para jóvenes lectores que dejan dibujos de una rayuela sobre papel y, a veces, un vaso de vino.
2017-02-12